e celebra hoy en Colombia el Día E, Día de la Excelencia Educativa, con el cual se busca reflexionar acerca de los vacíos de la educación y pensar en alternativas para resolverlos. De acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional en el país se cuenta con 11 mil 792 establecimientos oficiales, en los cuales hoy no habrá clases pero sí una jornada en la que profesores, directivos y padres de familia se dedicarán a pensar qué puede hacerse para avanzar hacia la excelencia. Los cerca de 4.200 privados también harán su reflexión, y la idea es que en cada colegio se planteen acciones para lograr el mejoramiento continuo. Ojalá que todo esto sirva realmente para algo, que la jornada de hoy sea realmente productiva.
Se espera que los alcaldes y gobernadores de todo el país se comprometan con las conclusiones que salgan de la reflexión colectiva, con el fin de poder concretar las ideas que surjan y así avanzar con mayor rapidez en los logros de la excelencia. Como se darán a conocer los detalles del Índice Sintético de Calidad Educativa, el cual es una medida en una escala de 1 a 10 sobre los aspectos que debe saber la comunidad sobre los colegios y la educación de los niños y jóvenes, se contará con un insumo vital para trazar la ruta.
Las reflexiones se concentrarán en la eficiencia y en el ambiente escolar, que constituyen puntos centrales de las problemáticas que llevan a que la excelencia educativa tenga obstáculos difíciles de vencer. Si se logra no solo reflexionar sino que los planes de acción que surjan se ejecuten, siguiendo parámetros y cronogramas estrictos, los resultados reales del cambio y las mejoras podrán verse en los próximos años, no solo en las pruebas Saber, sino en las mediciones que promueve la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), en las cuales aún estamos muy rezagados.
La meta que se ha planteado es que en el 2025 Colombia sea el país mejor educado de América Latina, lo que constituye una meta ambiciosa pero realizable, si hay un esfuerzo conjunto del Gobierno Nacional, las gobernaciones y alcaldías, los docentes, directivos, padres de familia y estudiantes. Todos los miembros del sistema cumplen papeles definitivos que hoy exigen trabajar con mucho rigor y entrega. Este es un propósito en el que también deben actuar con determinación los empresarios, los gremios y demás actores de la sociedad, pues es responsabilidad de todos tener un país con vocación de calidad.
Los talleres que se impartirán hoy en los colegios no pueden ser solo para celebrar un día especial y nada más. Por el contrario, tienen que verse como la oportunidad de cambiar rumbos equivocados y fortalecer lo que se está haciendo bien. El primero que tiene que dar ejemplo en todo esto tiene que ser el Gobierno Nacional que, lastimosamente, se demoró demasiado para enviar resultados acerca del escalafón de los colegios públicos y privados que están haciendo las cosas bien. La oportunidad y eficiencia en este tipo de asuntos también hacen parte de la calidad que se busca.
Esperamos que el "Acuerdo por la Excelencia" que salga hoy no se quede como un documento más de los tantos diagnósticos que se han hecho acerca de la educación y la solución de sus problemas, sino que sea brújula para los próximos años. La idea de premiar a los docentes que muestren mayor compromiso en el alcance de logros tiene que servir para agilizar los avances. También es deseable que muy pronto todos los colegios públicos del país ingresen al programa de la jornada extendida, pues con ello no solo se avanzaría en educación, sino en la solución de complejos problemas sociales y de nutrición, que no pueden perderse de vista.
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