Aprovechar el alza del dólar

ace exactamente un año comenzó la escalada del dólar, moneda que a comienzos del 2014 llegó a caer por debajo de los $1.800, pero que hoy está a punto de llegar a los $2.900. El nerviosismo mundial frente al comportamiento de la economía china, lo que viene pasando con Grecia y la Unión Europea y el reciente acuerdo nuclear de las potencias del mundo con Irán, no solo han hecho que la cotización del petróleo baje y se mantenga en caída, sino que tiene al dólar en ascenso, lo cual podría tener nuevas consecuencias en el inmediato futuro, como una eventual alza en las tasas del banco central de los Estados Unidos (FED).

La escalada del dólar no es una buena noticia para el sector importador, y podría llegar a tener impactos negativos para la inflación si algunos productos de la canasta familiar que son comprados en el exterior comienzan a encarecerse, no obstante, tiene más efectos positivos en términos de competitividad y de posibilidades de llevar nuestros productos con mejores precios a otros mercados, a los cuales hoy se puede acceder mucho más fácil que antes, gracias a los tratados de libre comercio que se han firmado con los consumidores más importantes del mundo.

Así, que es un momento para aprovechar al máximo, en el que la industria puede hallar el camino para recuperarse de tantos años de poco crecimiento. Si se trabaja con esmero en los asuntos comerciales y se pueden concretar ventas de productos terminados los exportadores podrán hacer un aporte significativo al crecimiento económico. Lo que se necesita es una mayor decisión de los empresarios para ir en pos de esos escenarios favorables, con los que se podría compensar en buena medida el golpe que reciben las finanzas oficiales por cuenta de la caída de los precios de los hidrocarburos. Además, un dólar caro va a favorecer a los productores nacionales que encontrarán más fácil vender en el mercado interno.

Este segundo semestre es muy probable que la cotización del dólar se mantenga en una tendencia alcista. Hay quienes creen que incluso podría llegar a los $3 mil, lo que no puede ser desaprovechado por los productores de bienes para exportar. Es necesario que haya un despertar en este campo y superar la concentración de esfuerzos que hoy se tiene en el sector minero-energético, el cual ya no resulta promisorio. Hacia el futuro, será muy importante contar con una mejor infraestructura de transporte y logística para poder sacar mayor jugo de estas coyunturas y hacerle frente con éxito a las situaciones de revaluación del peso. El 2016 tiene que ser bastante bueno para las exportaciones.

Las buenas noticias, con el dólar alto, son también para cientos de miles de colombianos que reciben remesas que les envían sus familiares desde el exterior, lo que puede ayudar a que suba el consumo interno. Los productores agrícolas también podrían beneficiarse. Las regiones, como el Eje Cafetero, en las que contamos con grandes atractivos turísticos, también podrían tener la llegada de más extranjeros, a quienes ahora les van a rendir mucho más sus dólares. Es clave que quienes vengan encuentren productos turísticos de muy buena calidad, para que regresen luego con amigos y familiares, dispuestos a gastar más. Es el momento propicio para darle un mayor impulso al Paisaje Cultural Cafetero.

El Gobierno Nacional y los empresarios tienen que trabajar en equipo en esta coyuntura, por un lado para tomar las decisiones que lleven a cumplir la meta de exportar no menos de 30 mil millones de dólares en productos distintos a los de la canasta minero-energética, y, por el otro lado, resulta vital que las finanzas estatales no se salgan de la regla fiscal, que se abran las posibilidades de generar más empleo y se tomen las precauciones necesarias para no permitir que comience un proceso inflacionario.