Alimento para la educación

Los desayunos y almuerzos que, desde hace unos años, las administraciones entregan a los niños de las escuelas y colegios de Caldas, con el objetivo de colaborar en su nutrición, corresponden a un programa que pretende, entre otros, retener a los pequeños en las aulas y lograr que sus rendimientos académicos sean cada vez mejores. Es un componente esencial de la educación de calidad que se busca.

Cualquier falla que aparezca en la entrega de las raciones, por falta de oportunidad, por bajo contenido nutricional, por insuficiencia de la infraestructura para prestar el servicio o por problemas de índole laboral con el personal encargado de ejecutar la tarea en los distintos establecimientos educativos atenta contra el bienestar de los pequeños y los fines por los cuales se ha optado por ayudar a alimentarlos.

Está más que diagnosticado que un niño mal alimentado está expuesto a sufrir graves problemas durante su etapa de crecimiento, y luego en la juventud y cuando sea adulto. Sin una buena nutrición su rendimiento educativo es un fracaso y se le condena a seguir en la pobreza, por más opciones que se le presenten para salir de ella. La educación es la herramienta más poderosa para luchar contra la inequidad social y económica, por lo que una estrategia de retención en las aulas como la de los desayunos y almuerzos tiene que funcionar en forma perfecta.
 

Las manipuladoras de los alimentos en distintos municipios de Caldas, vinculadas por el actual contratista de esa tarea, la firma cordobesa ABC Nutricional, se vienen quejando porque sus contratos laborales no corresponden a los que señalaba la licitación ganada por esa empresa para prestar el servicio durante el último trimestre del año. De hecho, no vienen recibiendo atención en salud, debido a que no se ha cotizado a ese sistema, y la explicación que se da es que el Ministerio de Educación ya autorizó en otras regiones pagar de otra manera el trabajo de las manipuladoras.
La Administración Departamental, que en últimas es la responsable de que ese servicio se preste de la forma adecuada, tiene que ser más exigente con el contratista y estricta en hacer cumplir todos los aspectos establecidos en el contrato. Si allí se pactaron las condiciones en las que deben estar vinculadas las personas que hacen la labor, no puede permitirse que ese asunto se ignore y se irrespete. Si ABC se ganó una licitación por ofrecer mejores precios, eso no puede ser a costa de la calidad del servicio que se les da a los niños, y eso es lo que está en riesgo.

También debe tener claro la Administración Departamental que es necesario que asegure desde ya los recursos y los trámites pertinentes para que los niños comiencen a recibir el complemento nutricional el año entrante desde el primer día de clases. Tiene que actuar rápido y con firmeza, abriendo un nuevo proceso en el que está muy bien que puedan participar todas las firmas, locales o no, que ofrezcan un servicio excelente. Debe tomarse en cuenta que un solo día sin desayuno o sin almuerzo en el colegio es un gran golpe al bienestar de los niños y un retroceso en los procesos de calidad educativa.