"Sin lugar a dudas, la economía se está debilitando": exministro de Hacienda

LA PATRIA | MANIZALES

"Por fortuna el crecimiento del año pasado fue del 4 %, superior al que estaba pensando, pero los datos del último trimestre del año pasado (3,1 %) son una muestra clara de que sin lugar a dudas la economía nacional se está debilitando y de que las cosas no pintan nada bien".
La aseveración es del exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla Barrera, quien temió que el crecimiento económico este año sea incluso inferior al año pasado, con un promedio entre el 3 % y 3,5%, si mucho.
Durante su participación ayer en la conferencia organizada en Manizales por Delima Marsh, Alianza Valores, Alianza Fiduciaria y Datecsa, el analista resaltó que el gran problema es que existe fuerte turbulencia económica internacional que está caldeando el ambiente económico.
En su concepto esto puede impactar aún más el país, pues es mezcla generada en un 80 % por razones internacionales y en un 20 % por situaciones locales.
"Uno ve que la situación internacional está muy débil, muy floja, y hay preocupación de los mercados financieros, por lo que si estamos de buenas, el crecimiento será solo del 3,5 %", aseveró.
Aunque Colombia tenía vientos a favor por el intercambio comercial y las inversiones de capital, cree que han faltado reglas claras de juego del Gobierno Nacional.
Para Carrasquilla Barrera todo esto se suma a la incertidumbre en el proceso de paz, pues aunque es positivo, el gran dilema son las implicaciones económicas que se puedan generar.
"Entonces hemos revuelto un caldo, que de por sí estaba espeso, y no se han mandado las señales de claridad en reglas de juego, de estabilidad en las normas y de respeto que se deberían tener".

Los mensajes
En su concepto, parte del mensaje debería incluir pedir prudencia a la clase empresarial y a la par, medidas de corto plazo para estimular al sector industrial, que se ha debilitado.
"Hay muchos síntomas de desindustrialización, golpes fuertes a los sectores manufactureros y agrícolas, y los productores de bienes exportables han tenido un crecimiento bajo en sus precios".
En su concepto, la Reforma Tributaria generó incertidumbre, por lo que dentro de ese mensaje de calma se tiene que pensar en reducir la tributación y controlar los costos de las materias primas, petición que han hecho las empresas desde hace más de un año, resaltó.
Sumó la importancia de mecanismos de tipo cambiario, esquemas de financiamiento y coberturas, incluso con dineros públicos, para solventar el ventarrón. "Ya en el mediano plazo se deberían ahondar en unas reformas que se han estancado mucho, de tipo estructural, pero con mucha claridad en los mensajes y objetivos".
Se refirió en concreto a las reformas a la salud y pensiones, pues aunque se ha hablado mucho, no hay nada de fondo, y todo se convierte en rumores, que aumentan la preocupación.
El exministro sostuvo que el llamado Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE) es bueno, pese a lo cual se debe completar con medidas, así sea temporales, como la reducción de la carga tributaria que tiene el sector empresarial.
"Además hay que estar vigilantes a la relación entre los precios internacionales de las exportaciones y los salarios en pesos en Colombia, pues han subido más allá de lo que resulta razonable", estimó.
Para el exministro es importante definir la magnitud del gasto público y si este se está haciendo en los sectores que son. "Estamos inmersos en una calma chicha desde hace rato, y los riesgos de que se prolonguen son cada vez más altos", aseguró.

La frase

"Colombia es una economía pequeña, sujeta a los vaivenes del barco grande que es la economía internacional. Ese barco no está en aguas tranquilas, y ese es un motivo de preocupación".