Carmenza Saldías Barreneche

Carmenza Saldías Barreneche

LA PATRIA | MANIZALES

Un problema de ralentización, con crecimientos en la economía de solo el 0,6% en el 2023 y del 0,3% en el cuarto trimestre del año respecto al mismo periodo del 2022. Un decrecimiento en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) del 1,57% en febrero frente al mes de enero que fue del 3,27%.

Adicionalmente el último reporte de desempleo a febrero alcanzó una tasa del 11,7%, un incremento de 0,3 puntos con respeto al mismo mes del 2023, hecho que para algunos analistas económicos evidencia que persiste una tendencia creciente, producto de la ausencia de un plan de reactivación económica en el país.

El problema, según varios expertos es que si bien el Gobierno ya debería estar dando unas señales más claras, a 20 meses de su mandato, persisten los altos niveles de incertidumbre política y económica, lo que genera un regular clima de inversión (riesgo-país), en medio de advertencias y amenazas continuas que cambian las reglas de juego.

Poca inversión

También preocupa que las nuevas administraciones municipales y departamentales apenas están terminando de ajustar sus planes de desarrollo, por lo que se prevé el primer semestre del año un despegue del gasto público vía inversión.

LA PATRIA publicó un informe el domingo 31 de marzo en el que presentó varias reflexiones de sobre los retos que enfrenta el país, planteados por Alejandro Barrera Escobar, economista y docente Universidad de Manizales; Juan Felipe Jaramillo Salazar, analista económico y exsecretario de Planeación departamental, y Alejandra Molina Osorio, economista y docente adscrita a la Universidad Autónoma. En esta edición publicamos otro análisis presentado por la manizaleña Carmenza Saldías Barreneche, consultora y docente universitaria.

Los retos

1. El control de la inflación. En particular de alimentos y materias primas, lo que se logra manteniendo una agresiva política de estímulo a la producción agropecuaria, con asistencia técnica, créditos a tasa moderadas y control a los precios, tanto al productor como al consumidor, para lo que se requiere reducir el apetito de los intermediarios.

2. El manejo de los incrementos en el precio de los combustibles. Si bien es necesario ajustar los precios, en particular, del ACPM, estos podrían tener efectos en los precios de los bienes que se transportan, y aún en la realización de bloqueos y el abastecimiento de los mercados, en particular, de las grandes ciudades. También puede ser necesario actuar para contener la oferta de equipos del sector transportador, que se ha dicho está sobredimensionada.

3. El comportamiento del precio de la energía, que afecta la inflación, en medio de los riesgos generados por la reducción de la capacidad de los embalses y de las amenazas de racionamientos en el suministro del servicio, con efectos sobre la actividad productiva y las dinámicas de los mercados.

4. La reducción de las tasas de interés. La tendencia sostenida de reducción de la inflación indicaría que es necesario actuar sobre la tasa de interés de los créditos, de manera que el capital pueda fluir hacia las actividades productivas y ser alternativa de financiación para los pequeños y medianos empresarios, para el sector de la construcción y para los consumidores, que se han visto afectados por las elevadas tasas de los últimos tiempos.

5. Los riesgos de salidas de capitales, por la baja de la tasa de interés, y el efecto sobre la relación entre el peso y el dólar, y sobre los precios de las actividades asociadas al comercio exterior.

6. La generación de empleo formal. La creación de empleo de calidad, que contribuya a la formalización del trabajo y a la inserción de grandes contingentes de la población a las actividades productivas en condiciones dignas y estables, es un propósito ineludible si se quiere garantizar un crecimiento económico sostenible, acompañado de mejoras en el bienestar que contrarresten las tendencias históricas de inequidad y marginalidad.

7. La capacidad de ejecución de los recursos de los presupuestos públicos nacionales y territoriales, que son una fuente relevante de generación de empleo.

8. El aumento y mejora de la capacidad de producción de bienes agropecuarios puede ser una oportunidad para aumentar la presencia en los mercados internacionales, donde los efectos de la guerra en Ucrania, el cambio climático y la inflación global, entre otros factores, generan espacio para la exportación de alimentos y materias primas distintas a la minería, lo que contribuiría a diversificar e incrementar las fuentes de divisas y reducir la dependencia de los recursos petroleros.

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