El gerente también le confirmó a LA PATRIA su dimisión, pero sostuvo que por el momento se abstiene de hablar de su retiro, de todos modos estará en la rendición de cuentas del próximo martes.
Con Seidel Arango ya son cinco los gerentes que han pasado por la empresa desde el 2012, incluyendo a Carlos Neira Estrada, quien asumió como encargado, Francisco Eduardo Quintero Delgado, quien estuvo siete meses en el cargo; Patricia Elena Cárdenas Atehortúa, quien solo estuvo cinco meses; Miguel Trujillo Londoño, que estuvo siete meses, y Seidel Arango, que estuvo al frente de la destilería por seis meses y se calificaba como "el salvador", pues se estimaba que sería la persona que sacaría adelante la destilería.
Cuando asumió como gerente, el 21 de octubre, le dijo a LA PATRIA, sostuvo que había "un reto carnudo en la ILC". "Llego con todas las ganas de acertar y apoyar este que es de los últimos patrimonios para la región. Todos juntos, en cabeza del gobernador, de los diferentes grupos políticos y de las fuerzas vivas, tenemos que echarla para adelante y recuperarla por el bien de Caldas".
Pese a ello, después de los serios problemas que se han conocido, y de las pérdidas históricas que reportó la ILC, al parecer el gerente no aguantó más presión.
En su informe, la firma auditora Price Waterhouse Coopers se abstuvo de presentar informe sobre los estados financieros de la Industria Licorera de Caldas (ILC).
El gobernador y el gerente Seidel Arango reconocieron que la situación ha sido tan compleja en la Licorera, que hasta hubo divisiones en la junta directiva para aprobar los estados financieros.
El lunes pasado la junta optó por no aprobar dichos estados, e incluso el martes pasado concluyeron que tampoco había aprobación, pues se requerían cuatro votos a favor.
Según Seidel Arango, las cuentas se descuadraron ante la renuncia del miembro Héctor Mejía Aristizábal. Esto dio como resultado que solo hubiera dos votos negativos, incluyendo el de Néstor Buitrago y Guillermo Arango Gutiérrez. El otro miembro, José Fernando Salazar, votó a favor, junto con la secretaria de Hacienda, Luz Elena Londoño, y el gobernador.
"Entonces hubo una dificultad de interpretación de los estatutos, pues se planteó que para una votación positiva se necesitaban cuatro votos. Pese a ello, luego se revisaron los estatutos y se concluyó que la mayoría se daba con el mayor número de votos presentes", indicó Seidel Arango.
El gobernador de Caldas y el gerente confirmaron las pérdidas que reportó la Licorera de Caldas y que anunció LA PATRIA. Después de varios años de ganancias, por primera vez en la última década la destilería reportó pérdidas por $4 mil 83 millones.
Aunque los ingresos operacionales de la destilería alcanzaron los $116 mil millones, un aumento del 10,49% frente al 2012, los gastos operacionales pasaron de $35 mil millones en el 2012 a casi $43 mil millones, el año pasado.
Los no operacionales de $14 mil 825 millones a $29 mil 408 millones. Entre tanto, la utilidad operacional bajó de $13 mil millones en el 2012 a $9 mil 872 millones el año pasado.
De allí la decisión del gobernador de anunciar un plan de choque, pues en su concepto "hay que tomar el toro por los cachos y hacer lo que haya que hacer al costo que sea", aseguró.
Seidel Arango, por su parte, había dicho que lo más importante es vivir el día a día.
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