JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Aunque el informe de la Misión del Estudio del Café aún no se conoce oficialmente, un borrador que se filtró con los textos preliminares, comenzó a generar revuelo en el sector.
El documento contratado desde el año pasado por el Gobierno Nacional, para hacer recomendaciones al sector cafetero, aumentó el malestar, pues según los dirigentes el estudio mantiene las mismas propuestas iniciales, entre ellas acabar con la garantía de compra, prescindir de los comités, escindir la Federacafé y permitir la libre exportación, sin mayores controles de calidad.
"El informe favorece solamente a los exportadores, pero se convierte en un documento lesivo contra los intereses de la caficultura, contra la red social que gira alrededor de la Federación de Cafeteros, y contra todo el trabajo de la institucionalidad para posicionar al café como el mejor del mundo".
Así lo destacó Fernando Castro Polanía, miembro principal por el Huila al Comité Nacional de Cafeteros e integrante de la "Misión de estudios para la competitividad de la caficultura".
Aunque no quiso revelar detalles, sí se pronunció frente a los posibles cambios, entre los cuales se plantean las propuestas, como alternativas A y B. (Ver INTERACTIVO: Propuestas y reformas indispensables).
Federacafé, en la mira
El estudio, de 184 páginas, propone una división de la Federacafé y la creación de una empresa comercial de los cafeteros, separada patrimonial y gerencialmente, operando en condiciones comerciales, sin subsidios ni tratamientos tributarios especiales.
Aunque se considera la permanencia de la Federación, como organización gremial de representación democrática, también sugiere que de sus funciones solo conserve la de ejecutor de los programas para la transformación productiva, delegada por el Gobierno.
Habría otra función como ONG, al servicio de los caficultores, pero financiada con sus propios recursos o con donaciones privadas, y no con plata del fisco.
El estudio deja en claro la necesidad de que el gremio realice ajustes a los programas actuales, de tal forma que se potencien Cenicafé y el Servicio de Extensión, y se les dé libertad a los caficultores certificados para que negocien libremente en el mercado.
Para el caso de Cenicafé, incluso propone que tenga recursos privados, hecho que también prendió las alarmas por considerar que se podría desviar su enfoque, al servicio de multinacionales.
Sugiere que los recursos de la contribución cafetera se destinen exclusivamente a la operación de estos programas. Sería decisión de la empresa mantener la red de puntos de compra, pero sin recursos de la contribución cafetera, ni otros recursos públicos.
Con respecto al Fondo Nacional del Café, persiste la opción de que siga siendo administrado por la Federación, con evaluaciones periódicas de los programas.
Aún así, se plantea que el nuevo contrato, que debe firmarse antes de julio del 2016, sea precedido por un convenio que libere al Fondo de contingencias fiscales, las cuales debe asumir el Gobierno. Tambień que liquide los activos que no sean indispensables para prestar los servicios de extensión, garantía de compra y certificación a los pequeños caficultores.
Eso lleva a proponer la transferencia o venta de la planta de Buencafé Liofilizado y las marcas de café. Además, la Federacafé deberá vender en el mercado o traspasar a la nueva empresa comercial de los cafeteros la cadena de tiendas Juan
Valdez y los demás activos relacionados con su aparato comercial. "Por supuesto, el gremio cafetero privado decidirá si mantiene o no estos activos".
En desacuerdo
Para Castro Polanía, esto evidencia el interés de acabar con el Comité Nacional, la regulación de la calidad del café, la garantía de compra y el servicio de extensión, entre otros.
Aunque sigue analizando el informe, según el dirigente, la nueva tarea apuntará a responder dicho estudio, con un anexo en el que se plantearán los puntos en los que no están de acuerdo, con aportes adicionales. "Esto, con el fin de que, lejos de debilitar la institucionalidad, se fortalezca, pues hoy quieren ser regresivos y no seguir avanzando a favor de la caficultura", resaltó.
"Quieren desmantelar la institucionalidad"
El miembro principal por Caldas al Comité Nacional de Cafeteros, Eugenio Vélez Uribe, aseguró que el principal fin del estudio es desmantelar la institucionalidad cafetera y acabar con el trabajo que se ha construido durante 87 años. "Para mí ese informe tiene claramente un sesgo y un favorecimiento al sector exportador, porque nada de lo que está allí apunta a mejorar la situación de los productores y hacerlos más sostenibles, que era el enfoque inicial".
"Pienso que es un informe perverso que busca desmantelar la institucionalidad cafetera y acabar con el trabajo de la Federación, dejando a los cafeteros en manos de las multinacionales".
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