LA PATRIA | MANIZALES
Antes que Frisby y Kokoriko pollos Kikirikí ya existía en Manizales. En ese lugar han comido pollo los padres, hijos y hasta nietos de una misma familia. El negocio funcionó durante 40 años.
El establecimiento fue fundado por Fabio Uribe Botero, quien ya falleció, y dejó pollos Kikirikí al cuidado de sus hijas.
Irma Uribe, actual propietaria y quien ha manejado el negocio en los últimos 15 años, tiene lágrimas, mientras relata que hoy cierran el negocio. "Es mi decisión más difícil, pero la competencia ha sido muy dura y es mejor cerrar", dijo.
Al inicio del negocio la familia Uribe Botero realizaba todo el proceso productivo. "Nosotros criábamos, vacunábamos y hacíamos el engorde de los pollos, teníamos la planta de sacrificio. Después mi padre decidió terminar las granjas", comentó Irma Uribe.
Cuando Irma dijo del cierre a los empleados, Luci Echeverry, la jefe de cocina y quien lleva 19 años trabajando en el lugar, lloró y se puso triste porque, como ella menciona, perdía su segunda casa. Empezó trabajando como vendedora y pasó por varios cargos. En pollos Kikirikí hasta conoció a su pareja. Con lágrimas dice que extrañará a su jefe Irma, porque fue como una madre para ella.
Ayer en la tarde llegó Guillermo Arias al lugar. Se tomó un caldo, comió pollo, arepa y papa. Era su almuerzo. "¿Cierran del todo? Si aquí calmé muchas hambres. Lo he visitado por unos 13 años. El sabor del pollo es muy rico y el precio justo", dijo, después de enterarse del cierre.
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