Crecimiento industrial en Caldas divide al sector

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

Una cierta división comenzaron a generar los resultados sobre el crecimiento de la producción industrial de Caldas, que entregó la Andi en su Encuesta de Opinión Conjunta (EOIC).

De acuerdo con el primer reporte del año para esta región, después del descenso del año pasado y del regular comportamiento en 2010, el sector tuvo un repunte del 8,1% entre enero y julio de 2012.

Aunque algunos industriales dudan de un crecimiento tan alto, considerando que el año ha sido regular, el estudio muestra no solo una mejor dinámica frente al mismo lapso del 2011, cuando se tuvo un descenso del -0,5%, sino que fue tres veces mayor al crecimiento nacional (ver infográfico).

La gerente de la Andi Caldas, Irene Mejía, destacó los resultados, más si se comparan con el promedio nacional, aunque reconoció que el año ha sido flojo en términos generales y la desaceleración industrial se ha sentido.

Explicó que si se revisa el P&G o balance de pérdidas y ganancias de las empresas, la situación es más complicada y los márgenes de rentabilidad menores, pero al revisar en conjunto el comportamiento de las exportaciones, las cosas pintan mejor.

Un año flojo

El reporte del DANE confirma este hecho, al destacar que las ventas no tradicionales o de otros productos diferentes al café, tuvieron un crecimiento marcado, con un aumento del 14,7%.

Este resultado se debe al mayor comercio hacia Venezuela y Perú, que participaron en conjunto con el 27,54% de las exportaciones totales sin café en el periodo de análisis.

El estudio señala que Caldas reporta el mayor crecimiento del Eje, con un incremento del 21,7% en el primer semestre del año, igual a 190,8 millones de dólares, gracias a las ventas correspondientes a fabricación de maquinaria y equipo, productos elaborados de metal y alimentos y bebidas.

"Eso nos indica que hay una recuperación hacia Venezuela, Perú y Ecuador, por lo que podemos pensar que las expectativas para finales de año serán mejores, si se tiene en cuenta que normalmente durante el último trimestre del año los resultados son más dinámicos", explicó Mejía.

Otro elemento que genera optimismo es la recuperación en ventas totales, debido a que se alcanzó un incremento del 6,0%, frente al solo 3,8% del promedio nacional. Las ventas nacionales también tuvieron un incremento del 5,2%, contra un leve aumento del 3,7% en el promedio nacional.

Los problemas

Otra cosa piensan algunos industriales. Para el empresarios Germán Olarte, del grupo Siteco, los resultados no son coherentes con la dinámica que ha traído la ciudad y con la realidad de los primeros meses, pues la situación ha sido más bien complicada.

Explicó que aunque uno que otro sector ha tenido crecimiento, incluyendo la construcción, el balance general demuestra una situación estable, incluso con tendencia a la baja. Aún así, estimó que el segundo semestre podría mejorar, en especial en el sector de alimentos empaquetados y procesados.

Un concepto similar tuvo Alejandro Arango, gerente de Prometálicos, al indicar que aunque en términos generales les fue bien en el primer semestre en producción y ventas, los resultados no fueron crecientes, como para cantar victoria. "Los indicadores fueron estables, muy similares, con respecto al año anterior".

En su concepto, el reporte de la Andi evidencia los resultados por subsectores, pero consideró que en su caso no han sido los grandes aportantes a esa dinámica industrial.

Estimó que incluso para el segundo semestre la situación se podría lentificar o frenarse aún más, pues incluso los grandes compradores, ya han retrasado sus niveles de demanda y de pagos, al punto que ya no pagan en un promedio de 30 días sino a 45 o 60 días.

"Es un segundo semestre muy regular en facturación y producción y el balance de julio, agosto y septiembre muestra una baja actividad. Incluso en el ambiente industrial se siente el mismo freno".

En medio del buen reporte que entrega la Andi, algunos resultados también coinciden con la percepción de los empresarios, pues se destacan como los principales problemas la revaluación del peso para el 15,4% de los empresarios consultados, contra un porcentaje igual que tiene problemas de materias primas, seguido de otras dificultades como competencia, rentabilidad, infraestructura y costos logísticos, capital de trabajo y competitividad.

Como si fuera poco, la capacidad instalada sigue siendo baja, con un indicador promedio del 63%, y un clima favorable que apenas rodea el 60%. Por esta razón, en medio del buen informe, los conceptos sobre un alto crecimiento se empiezan a dividir.

El dato

63%, el promedio de utilización de la capacidad instalada que se estima entre las industrias de Caldas.

En cifras

* 60%, el promedio de empresarios que contempla un clima favorable de negocios

* 40%, el promedio de empresarios que contempla mejores expectativas.