La forma de comercializar inmuebles ha cambiado. Las ventas de proyectos sobre planos crece. Es una figura en la que el constructor primero vende el proyecto y luego, cuando tenga un número de compradores que aseguren el punto de equilibrio (no perder ni ganar), empieza a construir.
Esta modalidad tiene sus ventajas: El precio se mantiene hasta cuando la vivienda esta terminada. Sin embargo, cuando la obra está concluida el valor comercial del inmueble se ha incrementado, obteniendo ganancia por la valorización.
La cuota inicial se paga por partes durante el tiempo que demore la construcción.
Por seguridad y transparencia, debe haber de por medio una fiduciaria, que administre los dineros de los compradores, asegurando que se cumplan los términos ofrecidos por el constructor.
De igual forma, la fiduciaria también garantiza la devolución de los dineros, en caso tal de que no se realice la obra.
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