Apertura de licores con Antioquia es un hecho

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

"No fue que nos sentamos a tomar tinto y ya. Este convenio que se firmó con el gobernador de Antioquia es fruto de largas reflexiones, de estudios concienzudos y manejo de cifras rigurosas, que demostraron que se trata de un acuerdo que le conviene al departamento de Caldas".

Con estas palabras, el Gobernador de Caldas, Guido Echeverri Piedrahíta, confirmó ayer que ya es un hecho la apertura de fronteras con Antioquia para comercializar libremente los licores de ambas destilerías en las dos regiones del país.

Según el mandatario, el acuerdo que se legalizó el mes pasado, antes de su viaje por Europa, pero que se firmó el pasado 3 de mayo, según confirmó LA PATRIA, se debe a que no se justifica que existan este tipo de restricciones en un escenario de libre competencia mundial. "Por ello, la región está empeñada en abrir fronteras con todos los departamentos. Ya es una decisión tomada", indicó.

Pese al debate que se generó en la Asamblea departamental la semana pasada, sin tener conocimiento del acuerdo, Echeverri Piedrahíta sostuvo que están abiertos a dar todas las explicaciones del caso, pero que se ejerce la discrecionalidad que tiene para firmar este tipo de convenios para mejorar los ingresos de la región.

"Tenemos calidad, buenas marcas y estamos preparándonos para generar programas de mercadeo y comercialización que permitan que esta decisión beneficie los intereses económicos de Caldas".

En el segundo semestre

Aunque no se tiene una fecha exacta de cuándo se empiecen a ver los productos de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) en Caldas, el gobernador estimó que será para este segundo semestre, pues primero hay que identificar las compañías que distribuirán los licores.

Aunque hoy se adelanta en el Congreso de la República un debate sobre la Ley de Licores (152), que incluye la opción de abrir fronteras en el mediano plazo, el mandatario departamental sostuvo que la apertura no se estableció de forma obligatoria, razón por demás para firmar.

"Estas decisiones se tiene que tomar rápidamente al margen de los costos políticos que ello implique. Creemos que es una decisión conveniente, oportuna, seria, responsable e informada".

También sostuvo que acompañarán a los distribuidores de Caldas, con el fin de que enfrenten una situación como estas, pero que los contratos con ellos no tienen cláusulas que les impidan que el departamento pueda tener este tipo de acuerdos con otras regiones.

"Aquí no está pasando nada distinto a ampliar el escenario de circulación libre de licores, haciendo apertura con un gran mercado, como es el antioqueño".

Con respecto al riesgo de que desaparezca del mercado el aguardiente Cristal, Echeverri Piedrahíta, sostuvo: "sabemos que hay un riesgo de que el aguardiente de la FLA se venda de forma masiva en Caldas, pero estamos preparados para una respuesta comercial".

También destacó que el convenio tiene medidas contra la competencia desleal, que impide que haya distribuidores exclusivos de la FLA o ventas a menor precio, por ejemplo.

"La segunda marca de recordación en Colombia es el Ron Viejo de Caldas y además es el noveno más vendido en el mundo, lo que evidencia su capacidad competitiva", destacó.

Las dudas

La noticia tomó por sorpresa a varios diputados y distribuidores, que creían que el acuerdo apenas se iba a firmar.

Luis Felipe Toro, representante de Casa Cristal, distribuidor en el norte de Caldas, sostuvo que no solo es una situación preocupante, sino que esto es el principio del fin de la ILC.

Su estimativo es que si mucho se venderán entre millón 200 y millón 500 mil de Viejo de Caldas en Antioquia, contra la pérdida de casi el mercado completo del Aguardiente Cristal en Caldas.

Estimó que al final la pérdida para el departamento sería de unos $2 mil 500 millones anuales, contra unas ganancias adicionales de la FLA de $8 mil 500 millones.

Jorge Hernán Aguirre, diputado Liberal, dijo que queda un sinsabor, pues el gerente de la ILC debería haberles informado en el debate pasado sobre dicho acuerdo y no engañar la corporación, pues no se habló claramente sobre este hecho ni de la motivación de esa decisión.

"Lo más importante es conocer las condiciones del convenio y cómo queda blindada la ILC, el departamento y la Secretaría de Hacienda, pues el riesgo es que no seamos capaces de competir en las actuales condiciones", resaltó.

Reacciones

* Luis Felipe Toro, distribuidor norte de Caldas: Es una situación muy preocupante, pues solo en los dos primeros años vamos a perder el 50% del mercado en Caldas y en el tercero cerca del 80% del mercado del aguardiente. Eso sin incluir la pérdida de cerca del 10% del ron.

* Fernando Sánchez Prieto, distribuidor zona oriente y occidente de Caldas: La esperábamos, presentíamos que era algo que ya tenían cocinado. Es gravísimo y ahora vamos a ver cómo la ILC va a defender su marca y su producto.

* Nicolás Aguilar, Centro Democrático: Debemos tener una gran responsabilidad, pues es el patrimonio más importante del departamento. Me preocupa, porque hoy los resultados de la empresa demuestran que no es fuerte y que tienen debilidades para competir.

Las expectativas

El gerente de la ILC, Luis Roberto Rivas Montoya, estimó dos escenarios. Uno, que se pierda el 50% de mercado del aguardiente en Caldas con la entrada de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA). En este caso, se ganaría el 30% del mercado del ron en Antioquia. El estimativo es que en este caso se podrían tener unas ganancias de cerca de $7 mil millones en el próximo cuatrienio.

En el segundo escenario, se perdería solo el 30% del aguardiente en Caldas, pero se conquistaría el 60% del mercado del ron en Antioquia, igual a unos 4 millones de botellas. Ese estimativo les arroja unas ganancias de unos $22 mil millones a cuatro años.