MARIANA ALIPIO VALENCIA
LA PATRIA | MANIZALES
Una tubería de agua, un contador viejo y algunos cables eléctricos bastan para que el publicista Sebastián Arango López y el ingeniero mecánico Santiago Roldán Granada armen una lámpara.
Estos dos manizaleños, de 26 y 27 años, vieron en los materiales reciclables una opción de emprendimiento ambiental y decorativo, que es calificado de alternativo y auto-sostenible.
No solo crean lámparas, sino que construyen percheros, repisas, muestrarios, bibliotecas y mesas, como artesanos de antaño, en el que cada pieza tiene un tratamiento especial.
Recolección
Su búsqueda inicia en las chatarrerías o en las calles de la ciudad donde encuentran los gastados elementos que más tarde convertirán en diferentes piezas para decorar.
Luego pulen y lijan las partes para darles un mejor aspecto, porque cada pieza como tuberías, contadores de agua, alambiques, llaves de paso, entre otros, están desgastados, muchos por su antigüedad y constante uso.
El siguiente paso es el de pintura con compresores y pulidoras, para darle un estilo antiguo, que caracteriza a cada obra. Su trabajo se convierte en arte, que va más allá de la estética de la pieza, buscando siempre su utilidad.
Diseño y ensamble
El diseño es el mayor reto para estos inventores. Requiere de alto grado de complejidad porque ningún elemento con el que trabajan fue creado para convertirse en lo que ellos elaboran.
Según la forma y el tamaño de los materiales empiezan a surgir las ideas, su trabajo se deriva de lo que el material les brinde. Casi todos los elementos sirven para lámparas, pero una máquina registradora de buses los inspiró a realizar una mesa, su más reciente creación.
El ensamble lo hacen con soldadura al frío, y en ocasiones emplean aparatos eléctricos, todo depende de la pieza que quieren diseñar. Buscan ensamblar una pieza única y exclusiva, pero asequible. “También son para quienes se dejen sorprender y busquen algo diferente”, manifiesta Santiago.
Explica que su marca Whitte Rabbit pretende mostrar y vender algo que nace desde lo simple, antiguo y casi considerado basura, y que resulta más amigable con el planeta.
No botan nada
Todas las piezas son reciclables y cada objeto que sobra en un proyecto es empleado en otro que lo requiera.
Tiempo de realización
Depende del grado de complejidad de la pieza, la elaboración de una lámpara pequeña, el producto más simple que realizan, es de 40 minutos.
Costos
Sus productos van desde $40 mil, y de acuerdo al grado de complejidad de elaboración los precios varían.
Destacados
Whitte Rabbit empezó hace cuatro meses en Medellín, pero ya están radicados en el barrio Palermo, de Manizales. Estos jóvenes participaron en Feria Artesanal 2015, donde recibieron la mención de honor de bioarte hecho a mano, debido al manejo de piezas reciclables y su innovadora idea.
Encuéntrelos
Facebook: Whitte Rabbit- Decoración de interiores
Intagram: wrarterustico
Contacto: 3183964534
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