Nairo Quintana le descontó tiempo a Dumoulin en la etapa reina del Giro

La etapa reina del Giro de Italia del Centenario puso a sufrir al líder holandés Tom Dumoulin (Sunweb), quien sostuvo la camiseta rosa, pero ya a solo 31 segundos de Nairo, que junto a Vincenzo Nibali fueron los beneficiados del día, porque el italiano ganó y Nairo entró tercero en la fracción.

Nibali ganó la etapa con seis horas, 24 minutos y 22 segundos, en un embalaje contra Mikel Landa, el gran protagonista del día, que no tuvo el premio final. Nairo llegó tercero y bonificó cuatro segundos, mientras que Dumoulin cruzó a dos minutos y 17 segundos de Nibali, para sostener la camiseta rosa.

Durante la exigente jornada se dio una numerosa fuga de más de 30 corredores, entre ellos todo el equipo Sky, con el español Mikel Landa y el colombiano Sebastián Henao. También estuvieron tres compañeros de Nairo Quintana: el colombiano Winner Anacona, el costarricense Andrey Amador y el español Gorka Izaguirre.

El primer puerto de montaña, el del Mortirolo, de primera categoría, fue ganado por el español Luis León Sánchez, seguido por el líder de la camiseta azul de los escaladores, Omar Fraile y por Mikel Landa, con dos minutos de ventaja sobre el grupo principal de Dumoulin, Nibali y Nairo.

El segundo ascenso fue al Stelvio, el puerto fuera de categoría, el más exigente de todo el Giro del Centenario, donde ganó el español Mikel Landa (Sky), seguido por Igor Anton y por Luis León Sánchez. El grupo volvió a pasar a dos minutos de los fugados.

En el vertiginoso descenso puso al tico Andrey Amador en punta de carrera con su especialidad, que sólo fue alcanzada por Landa y ya en el terreno plano volvió a unirse la fuga, que ya era de menos de 10 corredores, con Amador, Landa, Anacona y Kruijswijk como los principales.

Y en el tercer ascenso se dio el susto del día para el líder Tom Dumoulin, quien tuvo que parar y bajarse de la bicicleta para cumplir con sus necesidades fisiológicas y luego pedalear casi en contrarreloj individual para conectar de nuevo al grupo, que si bien no atacó, tampoco lo esperó.

En medio de ese ascenso, Andrey Amador y Winner Anacona se quedaron de la fuga para esperar a Nairo y ayudarlo en la última escalada del día, en la que se fueron en punta Mikel Landa, Steven Kruijswijk y Jan Hirt, mientras que Dumoulin continuaba en su crono individual.

Faltando cinco kilómetros para el puerto de Umbrailpass y 25 para la meta, Nairo lanzó el primer ataque en el grupo de favoritos, junto con Vincenzo Nibali y seleccionaron el grupo, porque sólo Domenico Pozzovivo les siguió el paso, así como Ilnur Zakarín completó la cuarteta de ataque. Mollema, Jungels, Pinot, Formolo y Yates se quedaron.

A tres kilómetros de la cima, Landa se fue sólo en punta, Hirt marchaba segundo, Kruijswijk tercero y cerca ya estaba el grupo de Nairo, Nibali, Zakarín y Pozzovivo, con minuto y medio de diferencia sobre Dumoulin, que sin compañeros de equipo tuvo que luchar solo para no perder tiempo.

Hasta ese momento, la clasificación general parcial tenía a Dumoulin como líder, pero ya con Nairo a un minuto y ocho segundos. Tercero era Pinot a 2:05, cuarto Nibali a 2:07 y quinto Zakarín a 2:51. Por eso el holandés del Sunweb tuvo que luchar para no perder más tiempo o, incluso, el liderato.

El cruce por el puerto del Umbrailpass, en medio de la nieve, fue para Landa, nuevo líder de la clasificación de la montaña, pero a menos de un minuto pasaron Nibali y Nairo, quienes descolgaron a Zakarín y Pozzovivo por escasos segundos, pero con el descenso de 20 kilómetros por delante.

El italiano Nibali lideró el descenso y logró la captura de Landa, seguido por Nairo, para ir en busca de la línea de meta. En el embalaje, Nibali le ganó la etapa a Landa y el colombiano ingresó tercero para descontar más de dos minutos a Dumoulin.

Luego de esta exigente fracción, la decimoséptima cita de la ‘Corsa Rosa’ será entre Tirano y Canazei, sobre 219 kilómetros con tres premios de montaña, dos de segunda y uno de tercera categoría, pero lejos de la meta, que será en un falso llano, siempre en pleno ascenso, pero sin puerto montañoso al final.