Los grandes favoritos sufren en la Copa América

Después de que ya se haya disputado la segunda jornada en dos de los tres grupos de la Copa América, se puede extraer una conclusión clara: los grandes favoritos no lo están teniendo nada fácil. Es más, el actual campeón, la Uruguay de Tabárez, está contra las cuerdas después de perder frente a Argentina. El próximo sábado se jugará la clasificación con Paraguay, en un duelo en el que solo les vale la victoria.

La principal favorita en todas las quinielas era Argentina. Liderados por Lionel Messi, que acabó la temporada con el Barcelona a un nivel excelso, los del Tata Martino se las creían muy felices ante Paraguay en la primera jornada con el 2-0 que campeaba en el marcador al descanso. El exceso de confianza y alguna decisión extraña del extécnico blaugrana hicieron que los de Ramón Díaz (otro entrenador argentino de los muchos que hay en esta competición) terminaran empatando la contienda.

Frente a Uruguay lograron enmendar la plana y encauzar su camino gracias a un solitario gol del Kun Agüero.

También aparecía entre los posibles ganadores la selección anfitriona, Chile. Dirigidos por otro argentino, Jorge Sampaoli, “la roja” comenzó con una sólida victoria por 2-0 ante Ecuador. En el segundo partido no logró pasar del empate a tres en un espectacular encuentro frente a México. Son primeros de grupo, y un empate ante Bolivia en la última jornada les valdría para clasificarse.

Brasil ha jugado solo un partido hasta el momento. Terminó con victoria, pero sufrió lo indecible. La “canarinha” ganó gracias a Neymar. Sin más. El jugador del Barcelona marcó el primer gol y dio el pase del segundo; comandó todas y cada una de las acometidas de su equipo y se echó la responsabilidad en sus jóvenes espaldas desde el principio. Dieron mala imagen los de Dunga ante un rival al que, teóricamente, deberían haber ganado con más facilidad como Perú.

Pero, sin duda, la selección que está en peor situación es Uruguay. Comenzó empatando a cero con los exóticos invitados, Jamaica; y perdió con Argentina. Los charrúa tienen que ganar a Paraguay en la última jornada para clasificarse, pero no será fácil. Los paraguayos ya demostraron en el primer partido ante el combinado albiceleste que no se rinden fácilmente.

Mucho están echando de menos los vigentes campeones a su gran estrella, Luis Suárez. El ariete azulgrana no puede jugar esta Copa América ya que está sancionado después de morder al defensa italiano Chiellini en el pasado Campeonato del Mundo Brasil 2014.

Cabe recordar que la “canibalista” acción de Suárez el pasado verano en Brasil hizo ganar mucho dinero a algunas personas que habían apostado a que esto iba a suceder.

Sorprende, sobre todo, que exista la posibilidad de apostar a esta contingencia. El hecho de que alguien dijera que iba a ocurrir ya es menos extraño porque era la tercera vez que el delantero uruguayo sacaba los colmillos.

Y si de apuestas extrañas se trata, en webs especializadas como Betsson uno puede encontrar algunas curiosas para este torneo como la posibilidad de que el Papa Francisco acuda a algún partido, que Neymar vea amarilla por simular o que Messi anote un gol de cabeza. En los últimos años, este tipo de apuestas alocadas han ganado en popularidad y sirven de reclamo publicitario a las empresas del sector.

Aunque, quizás, la predicción más difícil tenga que ver solamente con el deporte: adivinar que Argentina iba a empatar con Paraguay, o que la actual campeona iba a estar con medio pie fuera de la competición a las primeras de cambio son hechos que parecían improbables a priori.

¿Y qué decir de la Colombia de James Rodríguez? El equipo, con otro argentino como José Pekerman en el banco, acudía a esta Copa América con todas sus estrellas y después de haber realizado un excelente papel en el pasado Mundial. Sin embargo, el primer disgusto no tardó en llegar. Un solitario gol de Salomón Rondón hizo que el equipo colombiano perdiera ante Venezuela en la primera jornada. Ahora se verán las caras contra Brasil. Una derrota les dejaría prácticamente eliminados. Mantengamos la fe.