LA PATRIA | Manizales
Sonó el pitazo inicial y empezó la discusión. En la segunda acción, Hárrison Henao fue sobre un rival y el árbitro Luis Sánchez le sacó tarjeta amarilla. De inmediato se notó el gesto de Javier Torrente, quien manoteó y no estuvo de acuerdo con el central.
Así empezó la historia que 38 minutos después provocó la expulsión del técnico del Once. Según Torrente, quien lo hizo echar fue Alejandro Gallego, de Caldas, quien ejerció como cuarto árbitro.
Lo anterior provocó la reacción del técnico, quien encaró a Gallego, tiró la escarapela y le pegó un puntapie a un maletín que se encontró en el camino hacia la tribuna.
"La reacción mía es porque no estuve de acuerdo con varios de los fallos. No insulté y no agredí a nadie. No soy una momia", dijo el técnico en la rueda de prensa.
"Mis gestos son exagerados, pero el cuarto informó mal, dijo lo que no era, lo hizo caer en el error. Por eso fui más rebelde y me hizo enojar mucho".
Lo que pasó ayer en el Palogrande dejará por fuera de competencia a Torrente con el Once Caldas.
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