Hace 10 años el Once Caldas jugó la Copa Intercontinental

Osvaldo Hernández

LA PATRIA | Caldas (Antioquia)

El profe Montoya mira, sonríe y habla diferente. Ya no es aquel que durante varios años miraba y hablaba con angustia y desespero. Ahora inspira tranquilidad y alegría. Está feliz y lo transmite en cada sonrisa, cada palabra y cada gesto porque va bien su proceso de recuperación en su casa-finca de Caldas (Antioquia), donde vive después de irse del Once Caldas.

Hoy, hace 10 años, el Once Caldas jugó la Copa Intercontinental en Yokohama (Japón) ante el Oporto, de Portugal, y en 10 días se ajustarán 10 años del asalto que le hicieron y que lo dejó cuadripléjico.

10 años de la Copa Intercontinental

La mañana del 12 de diciembre del 2004 el país se paralizó para ver la final de la última Copa Intercontinental de Clubes entre el Once Caldas y el Oporto. Se jugó en Yokohama (Japón), juego que terminó empatado 0-0, pero en el desempate ganó 8-7 el onceno portugués.

Ese partido tiene varios pasajes inolvidables: el penalti que no le decretaron a Edwin García, los dos cobros, uno de García y el otro de Jónathan Fabbro que botaron la opción de ser campeones, y fue la última imagen que dejó el profe Montoya como técnico, parado desde la raya.

- ¿Parece que fue ayer lo de la Copa Intercontinental?

Sí. 10 años y todavía veo los cobros desde los 12 pasos y me quedo impresionado y me pregunto qué pasó. Se nos fue el título por millonésimas de segundos. Estuvimos a la altura de un buen partido y la opción de poderlo ganar.

- ¿Cuando piensa en la Intercontinental qué es lo primero que ve mentalmente?

Me da nostalgia, era algo grande que quería ganar. En Colombia no lo había hecho ningún técnico y conseguir la Copa era lo máximo.

- ¿El recuerdo es grato o ingrato?

Es muy grato porque quedan muchas enseñanzas, experiencias y algo muy bonito: el jugar mano a mano con el Oporto. Tuvimos para ganar el partido en el trámite.

- Jónathan Fabbro fue quien falló el último cobro, ¿es verdad que cambió su cobro habitual?

No, Fabbro siempre le pegaba a ese sector, a ras de piso y pegado al palo. Todavía me retumba en la cabeza ese postazo.

- ¿Se acuerda qué pasó en el camerino después de la derrota con el Oporto?

Hubo mucha tristeza, pero cambiamos porque les hice un comentario: así como alguna vez ganamos por penales, hoy por la misma vía perdimos.

- Ese fue su último partido como técnico, parado en la raya

Sí, fue el último, porque después voy a Miami a los premios de Foxs Sports, luego viajo a Villavicencio a los premios de Acord Colombia. Luego vuelvo a Manizales, viajo a mi casa y me pasa lo que todos ya sabemos.

- El Espectador le acaba de hacer un reconocimiento, ¿eso qué significa para usted?

Veo mucho fútbol, me interesa mucho la forma como juegan los equipos, cómo se puede mejorar, cómo se puede contrarrestar y eso es algo que tengo, a pesar de que no laboro con ninguna institución, pero sí comparto con muchos amigos. Por eso este tipo de reconocimientos.