EFE | LA PATRIA | Moscú (Rusia)
Música clásica, las bellas artes, el ballet y los nuevos ritmos de la cultura popular fueron ayer los principales exponentes del alma rusa durante la inauguración. La ceremonia cumplió el lema de que el Mundial de Rusia no dejará frío a nadie.
La estrella del pop británico Robbie Williams fue el encargado de animar la fiesta, mientras que el alma rusa estuvo representada por bailarines, pianistas, violinistas y un arpa que puso la nota sentimental a un día de fútbol.
Uno de los momentos culminantes fue cuando Williams y la soprano rusa Aida Garufillina interpretaron juntos uno de los mayores éxitos del británico: "Angels".
Antes, el español Iker Casillas levantó el trofeo del Mundial, como lo hizo hace ocho años cuando la roja ganó el Mundial de Sudáfrica.
Ronaldo, el brasileño que conquistó la Copa Mundial en 2002 -la de 1994 la ganó sin jugar- dio el simbólico saque inicial junto a la mascota del torneo, Zabivaka. Todo para darle paso al gran protagonista: el fútbol.
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