Colprensa | LA PATRIA
Las protestas de los sufridos hinchas parecen no tener eco. Viven lo peor en 67 años de historia. El estadio Hernán Ramírez Villegas, testigo de buenas tardes de fútbol, está ‘mudo’: ni himnos, árbitros, jugadores, vendedores o seguidores se escuchan. Las banderas del Deportivo Pereira están abajo y no se levantan.
El equipo atraviesa por su peor crisis económica y administrativa y la solución no está a la vista. Ya perdió su cuarto partido por ‘W’ en forma consecutiva - tres en el torneo de ascenso y uno en Copa Postobón-, quedando así eliminado de toda opción de ingresar a los cuadrangulares semifinales de la B.
Coldeportes le suspendió el reconocimiento deportivo por lo que no puede jugar ningún tipo de partidos oficiales hasta que no cancele lo que le adeuda a sus jugadores.
Ya han pasado casi dos semanas desde aquel momento que los actuales manejadores (familia López Bedoya) optaron por radicar una nueva documentación en la Superintendencia de Sociedades para ingresar a la Ley 550 (ley de reestructuración empresarial), pero la respuesta no ha sido favorable, a raíz de que lo presentado carece de fuerza probatoria.
La semana pasada, acompañados por el expresidente del Deportes Quindío, el abogado César Pinzón, los directivos del Pereira estuvieron en la Superintendencia de Sociedades aclarando varios de los puntos presentados en la documentación requerida para entrar en la Ley de Insolvencia.
La valoración de los jugadores y los acreedores que tiene el club, fueron dos de los puntos centrales. La Super Sociedades seguirá estudiando el caso y podría haber un pronunciamiento oficial.
Deportivo Pereira sigue sin reconocimiento deportivo y según Coldeportes, “la mencionada sanción se levantará una vez se demuestre el pago de las obligaciones laborales y prestaciones sociales”.
Mientras eso pasa y no exista el dinero para cancelar las deudas laborales y parafiscales (por cerca de $1.200 millones), el Pereira seguirá sin poder jugar.
El fin de semana no pudo disputar el partido ante Rionegro, en la penúltima fecha del torneo de ascenso y completó así tres partidos perdidos por W.
Mientras tanto, los hinchas siguen protestando. El sábado, varios de ellos, se citaron en la Plaza de Bolívar e hicieron un banderazo. “Queremos que los actuales directivos entreguen el equipo, que es de la ciudad. No solo estamos en la ‘B’, sino que también nos quieren hacer desaparecer el Pereira”, señaló Carlos Alberto Cuéllar, uno de los promotores de la actividad.
El Deportivo Pereira atraviesa la peor crisis en sus 67 años de historia. Sigue sin reconocimiento deportivo.
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