Álvaro González, 50 años a puro pulso en el fútbol

Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales

Jugó fútbol muy poco tiempo. Solo en su época de estudiante. Actuó como defensa en los equipos de su escuela, la José María Guingue y los colegios por donde pasó: el Instituto Tecnológico de Manizales y el colegio San José de Fresno (Tolima), donde vivió dos años.

Así empezó la historia de Álvaro González Alzate en el mundo del balompié. El pasado viernes, el fútbol nacional se reunió en Termales el Otoño para celebrarle los 50 años de actividad dirigencial.
"Mi último equipo fue el Deportivo Hoyo Frío, con el que jugué en Las canchas de la Noreña, La Batea, Bavaria, Inarca, Batallón, El Campín, Casa de Menores, Seminario la Linda y otras de la época", recuerda González Alzate.

El ser futbolista no lo desveló como a los que ha visto pasar medio siglo. Más bien hizo su primeras incursiones como dirigente: "Recuerdo que en los equipos en que jugaba, terminaba apoyando las labores directivas, tomando decisiones y ganando espacios en esta función".

Aquí, cuando era un adolescente, al lado de monseñor Fabio Sánchez Cardona.

Al comité de Manizales
En 1964, hace 50 años, inició su actividad como dirigente organizando competencias culturales y deportivas en el municipio de Fresno. Posteriormente, entre 1966 y 1967, llegó al comité de fútbol de Manizales: "Auxiliar de Carlos Ernesto, mi hermano, quien para la época era el secretario del comité municipal de fútbol de Manizales".

Tres o cuatro años después, Carlos Ernesto pasó a la Liga departamental y él se quedó en el comité de la ciudad: "Ahí también estaba mi hermano Carlos Arturo. Con ellos dos empecé en el fútbol”.
Reformaron la Ley del Deporte y desaparecieron los comités municipales. Lo anterior permitió que los dirigentes del Comité Municipal de Manizales, asumieran como directivos de la Liga de Caldas.

Con el paso de Carlos Ernesto, Álvaro asumió la secretaría general de la Liga: "Carlos Ernesto, de quien aprendí mucho, se fue de la Liga a Extensión Cultural de Manizales y yo di otros pasos hacia la Difútbol".

Desde un principio, González Alzate mostró su carácter. En la Liga "toreó" todo tipo de situaciones que le midieron su capacidad para ser dirigente deportivo: "Un día llegó un señor de La Merced con arma en mano a reclamarme por un doble W que le habían pitado el fin de semana a su equipo. No tenía ni idea de lo que me hablaba, pero el tema no pasó a mayores".

"Otro día llegó un dirigente de Telecom y se quiso poner la Liga de ruana por algo que no estaba de acuerdo. El fútbol hay que manejarlo con criterio y autoridad. No acostumbro voltear la mejilla para un segundo golpe. Eso jamás".

La última década libró polémicas y escándalos nacionales con el arbitraje. Primero porque denunció el llamado Cartel de los Árbitros, hecho por el que salieron varios jueces del medio, y después, porque señaló que, al parecer, para ser árbitro en Colombia había que ser homosexual, haciendo alusión a la demanda por acoso sexual contra Óscar Julián Ruiz. El tema no pasó a mayores.

Como en la Liga atendían después de las 6:00 de la tarde, los dirigentes hacían otras cosas en el día. Álvaro González ocupó todo tipo de cargos hasta antes de aceptar la propuesta de irse a vivir a Bogotá, donde asumió la dirección ejecutiva de la División Aficionada del Fútbol Colombiano (Difútbol).

El 19 de septiembre de 1970 se casó con Marleny Bermúdez en la iglesia del Perpetuo Socorro.

Fue hasta docente
Mientras crecía como dirigente, fue docente de la escuela en la Plata (Palestina), Revisor de la Contraloría Departamental, Funcionario de la sección de Revisión Departamental en la Contraloría de Caldas y Secretario de la Tesorería General del Departamento de Caldas.

Laboró también en la Universidad de Caldas, donde ocupó varios cargos: fue director de deportes, director de residencias, miembro de la oficina de Bienestar Universitario, presidente de la asociación de empleados y miembro del sindicato de empleados.

Ad portas de salir de la ciudad fue gerente de Radio Manizales, de Todelar. Ya en la Liga, como secretario, no como presidente, González Alzate asistía en representación del Departamento a las asambleas nacionales de Difútbol, en las que aprovechaba su liderazgo para conseguir posiciones nacionales para dirigentes caldenses. Allí estuvo por muchos años Julio Wesner Molina Usma.

"Siempre me han gustado más los cargos operativos que los ejecutivos. Me gusta el barro".
En la Difútbol, el dirigente manizaleño empezó su accionar como miembro de la comisión técnica Nacional , González Alzate ganó terreno por su experiencia para organizar torneos.

"Antioquia hacía el campeonato nacional sub-23 solo para ligas con títulos y don Arturo Bustamante, miembro de Federación, Difútbol y la Liga de Antioquia , pedía que yo lo dirigiera. Eso me sirvió para mostrarme mucho más a nivel nacional".

Saúl Velásquez, dirigente Nacional fue quien lo llevó a Bogotá: "Me lo propusieron después de un campeonato, el ultimo, de Intendencias y Comisarías. Eso fue como en el 84 u 85, cuando me propuso y acepté los requerimientos de carácter económicos. Renuncié a la Contraloría de Caldas y a mi posición en la Liga de Caldas". Así fue como González Alzate empacó maletas y se fue a vivir a Bogotá.

Por la rama aficionada
Ya en Bogotá, el dirigente caldense empezó una lucha para que el fútbol aficionado tuviera reconocimiento: "Los dirigentes del fútbol aficionado éramos unos pobres diablos. Hacíamos lobby un mes y nos atendían tres o cuatro minutos, pero con el paso de los años logramos el estatus que merecíamos".

Según González, en esa época sólo existía la Copa Coca Cola y pare de contar: "No les gustaba hablar de fútbol aficionado ni que les dijeran que estaban perdiendo espacio con las ligas".

En la capital se transformó en el líder de la Difútbol. Por eso fue que llegó la Federación como fiscal, pero, según él, León Londoño y otros directivos motivaron reformas de la ley, con el único fin de sacar a Gonzaléz de la dirigencia nacional: "De ahí en adelante empezaron a exigir título de contador para el cargo de fiscal de los organismos deportivos, lo que me inhabilitó para continuar en él".

Sin embargo, la reforma de estatutos en la Federación le permitió llegar de nuevo al comité ejecutivo de la entidad: "Volvimos con voz y con voto a pesar de las trabas que nos pusieron".

A lo largo de este tiempo, por iniciativa suya nació el Campeonato nacional de ascenso, la segunda división, la Primera C, los campeonatos de selecciones departamentales categorías Infantil, prejuvenil, Senior Máster, Femenino, los Campeonatos nacionales interclubes categorías U-20, U.-17, y en el campo arbitral, se creó el Colegio Nacional de Árbitros, agrupación hoy desaparecida. "Algunos directivos piensan que acabando con ese tipo de eventos y agrupaciones importantes para el fútbol colombiano van a acabar con Álvaro González, pero se han equivocado, porque yo sigo aquí y lo único que han logrado es hacerle mucho daño al futuro del fútbol nacional".

Con su familia: Marleny, su esposa; Álvaro Andrés y Lina María, sus hijos; Maniré y Luis Fernando, nuera y yerno, y Santiago y Thomás, sus nietos.

Huella en Manizales
A la hora de mirar hacia atrás en busca de su sucesor, don Álvaro, como se le conoce, dice que hay gente calificada: "Hay gente importante, pero no creo en las fotocopias de las personas. En algunos temas, no tenemos duplicados”.

Seguidamente agrega: "Hernando Ángel Montaño era el modelo ideal, presidente de la Liga del Valle, del Boca Juniors de Cali, pero se decidió por el fútbol profesional y perdió peso en la rama aficionada".
"No comparto mucho cuando dicen que los hombres pasan y las instituciones quedan. Las instituciones quedan, pero muchas veces quedan muy maltrechas y golpeadas. Algunos hombres jalan esas instituciones y las hacen trascender en el tiempo".

A pesar de todo lo anterior, González Alzate siente que aún hay tareas por hacer: "Hay mucha calma en el fútbol, vamos muy bien estructural y económicamente, pero hay cosas que vale la pena revisar: El ascenso y el descenso, los campeonatos nacionales interclubes en la rama femenina y la actual estructura del arbitraje colombiano".

González Alzate cree que lo que ha hecho por Caldas y Manizales, es lo que "tan bella región" se merece: "Nacionales, Suramericanos, Copa América, Mundial...son muchas cosas, pero la dirigencia se tiene que motivar más. Hoy, por ejemplo, el arbitraje en ese departamento, no es ni la sombra de lo que fue".

¿Y su familia?...González Alzate arranca a contestar, pero luego para y con sus lágrimas por las mejillas pone en evidencia al ser humano que hay detrás de ese dirigente con carácter y polémico.
"Todo siempre fue consultado con mi familia...¿mis hijos? Siempre he lamentado que no los vi crecer. A Ellos los dirigió mi esposa. A ella le correspondió esa misión mientras yo estaba en Bogotá. Ese fue un gran sacrificio, pero gracias a Dios no fue en vano".

Hoy, 50 años después, Álvaro González Alzate mira hacia atrás y está convencido de que tomó el camino correcto.

Con Josep Blatter, presidente de FIFA.
 

No quiso ser presidente
Dice que nunca se desveló por ser presidente de la Federación: "No tenía ropa para esa fiesta". No obstante, recibió dos ofertas claras más allá de las que tuvo en las asambleas: "Álvaro Fina me llamó y me dijo que iba a renunciar para que yo fuera presidente y no le quise aceptar".

"En otra ocasión, un señor de Cali que hoy está en Estados Unidos me mandó a preguntar cuánto valía mi vestido para la presidencia de la Federación. Que él ponía la plata. Siempre he pensado que es mejor trabajar en el pantano que sentarse en un pedestal prestado".

Dice que llegó a lo que aspiró: "Soy el único que ha podido permanecer. Mi máxima aspiración era ocupar un cargo en FIFA y soy oficial de seguridad de estadios".

Lo que piensa de...
Un Amigo: Ramón Jesurun.
Un dirigente: Luis Bedoya.
Un futbolista: James Rodríguez.
Un partido: Brasil - Colombia, en el pasado mundial, por lo que nos pasó arbitralmente.
Un momento: todos, todos los he vivido con intensidad en el fútbol.
León Londoño: buen directivo, pero enemigo del fútbol aficionado.
Un periodista: Carlos Antonio Vélez, es el que mejor ve el fútbol en Colombia.
Iván Mejía: Tengo el opinador dañado.

Sus cifras
70 años de edad.
50 años lleva en el fútbol.
28 años lleva en la Difútbol.
20 años lleva en la Federación.