Alexánder acelera a fondo

LA PATRIA | Manizales

195. En la mente de Alexánder Garzón significa: 19, el día. Y 5, mes de mayo. Es su sentimiento resumido en tres cifras. Corresponde a la fecha, del año pasado, cuando murió su hija Martina de seis días de nacida. "En la válida de Armero-Guayabal corrí con ese número, en homenaje a ella".

En la competencia en el municipio tolimense ocupó el segundo puesto en Skooter, su categoría. Para él fue la carrera de su vida, tras 14 años de participaciones en pruebas locales, regionales y nacionales.

Es que siente que la motovelocidad es un mundo de emociones, por dentro y por fuera. El vértigo en cada curva y sobre todo la sensación de libertad en las rectas.

"Desde niño me gustaron las motos". Y de adulto cambió las aulas de clase por las pistas de carreras. "Soy licenciado en ciencias sociales de la Universidad de Caldas". Lo llaman el Profe. "Era muy complicado combinar las dos cosas, principalmente por el calendario de carreras. Por eso opté por las motos".

El domingo próximo tendrá otra fecha especial. Cumplirá 33 años. Ese día empezará en Cali su participación en el Campeonato Occidental de Motovelocidad del Valle. Será el comienzo del fin de su carrera. "Por la edad este año me voy a retirar".

Afiebrado

En plena infancia le empezó a subir fiebre de motocicletas. "Siempre he vivido en una finca de la vereda El Arenillo. Cuando iba a estudiar pasaba por los almacenes y talleres de San Antonio. Veía cómo las arreglaban. Me soñaba con todo ese mundo".

Y sus anhelos se han cumplido al pie de la letra. Es corredor de la Liga Caldense de Motociclismo y tiene una empresa, enseguida del templo de San Antonio, donde pintan, hacen mantenimiento y venden accesorios de motos.

Vive feliz porque su negocio, donde genera empleo y ve llegar más gente al motociclismo. "Ahora mi gran sueño es ampliar el local para continuar generando esta cultura de las motos". En su mente, seguro quedarán para siempre los podios, las caídas y el 195.