FERNANDO GÓMEZ
LA PATRIA | VITERBO
Alquitrán, aceite quemado, veterina y cebo son las sustancias que ha echado en el andén de su casa un hombre del barrio Oriente, en Viterbo (Caldas). Busca evitar que sus vecinos pasen frente a su propiedad.
Aunque los habitantes del sector consideran que están en pleno derecho de hacerlo, lo mismo no piensa este hombre, que ha utilizado no solo elementos sino agresiones físicas y verbales para bloquear el paso a quien quiera caminar por allí.
Solo cuando una niña sufrió una caída al resbalar en el alquitrán que había utilizado, cambió a cebo, lo que ha perjudicado enormemente a su vecino más próximo al tener que evitarse el paso y aguantarse el olor que en días calurosos expele el sitio, y con el cual tienen que convivir día y noche.
Por evitar problemas
Pese a que los peatones están en pleno derecho de hacer el reclamo ante las autoridades para utilizar del andén, éstos no han hecho uso de esa opción. Consideraban que era algo pasajero que se podría solucionar fácilmente, lo que no ha sucedido y por lo cual están pensando en tomar otros caminos para ponerle fin a un año de sufrimiento, tiempo en el que su vecino no ha dejado de utilizar cosas para que los transeúntes no usen este espacio público.
El secretario de Gobierno de Viterbo, Esteban Ramírez, asegura que el andén no es propiedad del dueño de la vivienda, pues es un espacio público y que lo que ha faltado en este caso es que los afectados pongan la denuncia, ya que que está obligado a dejar utilizar este lugar como vía peatonal.
El psicólogo Óscar Danilo Meza explica que se puede pensar que este tipo de comportamientos son por falta de control de las emociones. "Cuando nace, el individuo es egoísta, eso significa que lo único que existe en el mundo es él y su satisfacción inmediata de lo que desea. Cuando la mamá ya no aguanta más, de despertarse en la noche para satisfacerlo, va corriendo la hora de estas necesidades hasta que el bebé duerme toda la noche. Al verse frustrado, el cerebro del niño se pone en contacto con la realidad y se da cuenta de que hay un entorno, un otros, y aprende a aplazar su satisfacción inmediata para incluir al otro".
Meza agrega que en una condición adulta, la persona no tiene desarrollado este proceso, creció caprichosa, sin normas, se acostumbró a pisotear a los demás y a satisfacer su interés personal sin tener en cuenta el interés general. Es una actitud egoísta. "Tiene una personalidad que no está completamente madura y no es capaz de convivir en su entorno, familiar, social y laboral".
Al consultar con una Inspección de Policía de Manizales indicaron que el tema puede configurar una perturbación a la posesión, en la que hay que esclarecer si se puede hablar de restitución de un bien de uso público, como es el caso de los andenes, que no hacen parte de la propiedad. Lo que tendrían que hacer los afectados, sugirió este despacho, es enviar un derecho de petición a Planeación Municipal para que allí le digan al dueño de la casa que no puede perturbar este espacio. Explica que es lo mismo que ocurre con una servidumbre en una finca, es un paso comunitario y su dueño no puede perturbar el derecho a los ciudadanos de circular por allí.
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