Resaltos, dolor de cabeza en Pensilvania

RUBÉN DARÍO LÓPEZ

LA PATRIA | PENSILVANIA

La construcción de reductores de velocidad en calles de Pensilvania se ha convertido en dolor de cabeza para conductores, quienes afirman que los resaltos son necesarios, pero antitécnicos.

Mario Humberto Quintero, habitante del municipio, asegura que los resaltos dañan las llantas y los amortiguadores de los carros. "Eso no parece resaltos, sino muros. No son policías acostados, sino tenientes".

El objetivo de la obra es fomentar buenas conductas en movilidad y disminuir la velocidad. Sin embargo, ciudadanos se quejan de que no están pintados y tienen defectos de fabricación. Dicen que por esto han tenido que ponerles cauchos para amortiguar el golpe.

Respuesta

La Alcaldía está instalando reductores para evitar accidentes y responder a la solicitud de algunos habitantes que los habían pedido para mejorar la movilidad. Además, a causa de esta obra no se ha registrado ningún accidente, dijo el alcalde, Jesús Iván Ospina.

"Los resaltos no se han pintado porque apenas se están construyendo según las especificaciones técnicas. Hemos sido muy rigurosos en la revisión, porque sabemos que un reductor mal instalado es un daño para la comunidad. Llevamos cuatro de ocho instalados", indicó el mandatario.

Este proyecto no se había construido por falta de presupuesto, pero fue socializado con los habitantes en repetidas ocasiones desde el año pasado, de acuerdo con el Artículo 120 de la Ley 769 de 2002.

Habla la comunidad

José Islén Arias, padre de familia

Son necesarios para evitar accidentes, porque en el pueblo los carros y las motos andan muy rápido y pueden atropellar a cualquier persona.

Germán Giraldo, conductor

Muy buenos, pero mal hechos porque están acabando con carros y motos. Los hubieran hecho más suaves para las llantas.

Carlos Henao, barrio Robledales

Cerca del coliseo son necesarios por la cantidad de personas que entran y salen. Sin embargo, no todos los conductores disminuyen la velocidad.