Villamaría. La esquina de la carrera 14 con calle 7 por el sector del tanque, en La Pradera, se convirtió en foco de jíbaros y consumidores de alucinógenos. Tanto que hasta a la propietaria de una vivienda le tocó irse porque no aguantó el olor a marihuana. "Llamamos a cada rato a la Policía, pero solo los requisan, se van y los consumidores y expendedores vuelven con lo mismo. Se han enviado derechos de petición y quejas escritas para que den una solucionen, pero hasta ahora no hay respuesta. Recientemente cuando se llama a la Policía dicen que están cansados de quitar a esos muchachos de ahí. Solicitamos la instalación de una cámara de vigilancia en este sector que verdaderamente la necesita".
R/= Angélica María Giraldo, secretaria de Gobierno de Villamaría, explicó que la cámara de vigilancia en este sector se tiene proyectada para una segunda entrega, y que por ahora hablará con el comandante de Policía del municipio para que incremente los controles para tranquilidad de los ciudadanos.
Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA
El sector tiene grafitos, y según los habitantes los consumidores permanecen durante todo el día y parte de la noche haciendo bulla y empleando palabras soeces.
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