"Vivimos lejos de la realidad de nuestro planeta"

Dice Sergio Rossi:

Biólogo marino compartió con los niños de Cartagena. Hay Festivalito motivador de pensamiento. Alerta.

Sergio Villamizar

COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

La temperatura superaba los 30 grados. En el pequeño salón esperaban con paciencia los niños y jóvenes de La Boquilla, en la zona norte de Cartagena, para ver a un científico que ha cruzado el mundo, en varias ocasiones, para estudiar el llamado sexto continente: La Antártida.

Sergio Rossi, español de nacimiento, pero ciudadano del mundo por su trabajo como biólogo marino, fue invitado por la Fundación Plan a la pasada edición de Hay Festivalito, donde tenía la misión de explicar cómo es la vida en un remoto lugar completamente congelado y que suele tener una temperatura 50 grados menos que la de Cartagena.

El apasionado relato de Rossi captó la atención del joven público que se embelesó con las imágenes de esa remota región de la Tierra, que muchos nunca habían visto.

Las historias de Rossi sobre el clima extremo y cómo cerca de cuatro mil personas son capaces de vivir en ese remoto lugar hicieron alucinar a los asistentes. Él también les habló sobre los efectos por el cambio climático, que son palpables allí, y sobre la importancia que tiene para el futuro de los seres humanos el Polo Sur.

En contraste un sol intenso golpeaba contra el suelo y la ausencia de brisa aumentaba la sensación térmica en el lugar.

Entre el público surgieron interrogantes como: ¿cómo se puede vivir en un lugar tan frío?, ¿de qué viven si todo es hielo?, ¿allá se puede ir a la escuela en pantaloneta?.

Aventurero

Sergio Rossi es un científico que además, tiene el don de la palabra. Ha participado en varias de las más importantes misiones de investigación en el Antártico. Hace algunos años comenzó a escribir novelas de corte científico, incluso un libro dirigido al público infantil: El equipo Krakatek.

Su narración es apasionante. Es hipnótica la manera como describe el paso lento de un buque rompe hielos y cómo puede terminar inmóvil durante semanas hasta poder seguir su curso; o cómo es el lago Vostok, la mayor parte del año congelado por la baja temperatura, capa de hielo que durante las temporadas más frías es tan sólida que permite el paso de maquinaria pesada.

- ¿Por qué el interés en la Antártida?

Por muchas cosas. Es el último bastión virgen del planeta, la única zona emergida en donde, por fortuna, la huella del ser humano todavía no está presente de forma escandalosa como ya la vemos y palpamos en el resto del planeta, al menos en la mayoría de él.

Creo que necesitamos entender cómo funciona este lugar para poder entender cómo nos afecta, pero en especial, cómo nos ha beneficiado por siempre. Si logramos entenderlo, tendremos más argumentos para impedir que se cometan las barbaridades que ya se han perpetrado en el resto del planeta.

- ¿Nos afecta a todos?

Por estar tan lejos de nosotros se cree que no, pero todo lo que ocurre allí, o deja de ocurrir, nos afecta a todos. Gran parte del agua fría que se distribuye por el planeta se forma allí. Si deja de cumplir esta vital labor, la temperatura se eleva en los océanos y todo cambiaría en ellos.

Además, la mayor parte del hielo continental, que mantiene los niveles del mar como los conocemos, está en la Antártida. Es urgente evitar que se acelere su deshielo, porque las primeras afectadas serían todas las poblaciones que están al nivel del mar.

Panorama

- ¿Existe consciencia sobre lo que está sucediendo?

Aún muy poca, aunque no creo que tardemos mucho en reconocer las riquezas de este continente. El ideal sería tomar conciencia y buscar enderezar el camino para aminorar el cambio climático del cual ya nos estamos viendo afectados, reconociendo que Antártida es vital en todo esto.

Pero la indiferencia continúa y parece que solo hasta que tengamos un panorama extremo, es que buscaremos enderezar el camino, lo cual ocurrirá entre dos o tres décadas, cuando quizás todo sea irreversible.

Vivimos muy lejos de la realidad que vive nuestro planeta, y cuando la sociedad se decida hacer algo, seguramente será tarde, se hará a la fuerza, mal y a último momento.

- ¿Por qué cree que sucede esto?

Creo que el ser humano, en especial el contemporáneo, por el mundo en el que vive hiperconectado, con acceso a mucho más de lo que necesita, cree que es inmune y quizás su ego no le permite entender que es una pieza más de la naturaleza, por lo que siente que la puede consumir en exceso y aceleradamente. La sabiduría de la naturaleza dicta que llegará el día en que ella busque volver todo a su lugar.

- ¿La Antártida está en peligro?

No es la Antártida, somos nosotros. Ella vivirá, porque en el periodo terciario, una buena parte del casquete polar se deshizo porque el CO llegó a más de mil partes por millón en poco más de cien mil años, lo cual, nosotros hemos logrado en pocas décadas.

En aquella ocasión, el hielo se fundió, subió el nivel del mar, muchas especies se adaptaron y otras desaparecieron. Por eso, siempre la pregunta que hago es ¿podremos adaptarnos a este cambio tan rápido y que sucederá en pocos años?

- ¿Funciona el Tratado de protección de la Antártida?

Por ahora, pero más adelante será letra muerta total, en solo algunos años, cuando se agoten los recursos en el resto del mundo y la voracidad haga que las grandes potencias lo desconozcan y salgan a explorar y explotar el Polo Sur.

Serán nuestros hijos, antes que nuestros nietos, quienes nos echen en cara lo que no hicimos, y tendrán toda la razón, porque la problemática se conoce hace 25 años y en vez de detenerla, ha venido empeorando día a día.

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