Fábula del hombre, mirada desde sí mismo

Presentación de libro

Lectura de poesía organizada por la Nave de Papel. Sentimiento.

Vicky Salazar
LA PATRIA | MANIZALES

Un torbellino existencial, una búsqueda interior, encontrar un espacio en el mundo y cómo comunicarse con él envolvió la adolescencia de Leonel Plazas Mendieta, quien después de incursionar en distintas expresiones artísticas encontró en la poesía "el lenguaje idóneo para expresarse", dice.
Él presentó su libro Fábula del hombre, bajo el seudónimo José Gadhafi, el pasado miércoles en la Biblioteca Pública  Municipal de Manizales, donde hizo una lectura de sus poemas, y después en Un lugar Bar en el Parque de la Poesía, cuarto invitado de La Nave de Papel.
Leonel transmite ternura. Con voz serena y pausada relata como a los 17 años escribió su primer libro, Yo la contradicción de mí, del que asegura no recordar que dice, pero que lo motivó a seguir adelante. "Cayó a mis manos el libro 5 tesis filosóficas de Mao Tse-Tung que me transformó, me avocó a pensar el problema del ser, de la sociedad", recuerda.
Cuando comenzó a escribir y descubrió que la poesía se convierte en el lenguaje primigenio para comunicar las cosas, para darle sentido a las palabras. "La poesía es una escritura muy íntima por lo que siempre implica una necesidad de cambio, de transformación, por lo que me empecé a alimentarme de mucha lectura, hubo una época en la que leía como un neurótico", dice.
Después se nutrió de la academia, de sus compañeros y amigos poetas, de su padre y eso lo llevó a un diálogo que le permitió encontrarse en el género, afirmó.

Publicaciones
Su primer libro Edad de arena (2010) publicado por la Editorial de la Universidad del Cauca, es un texto con diferentes matices entorno a la mujer. "En él la mujer es el sujeto de la poesía: la amante, la amada, la deseada, la lejana, es una oda a cómo se vive la mujer en un hombre de 25 años", afirma.
"Abandoné la mujer y aparece Fábula del hombre, que es una mirada desde el interior que dice yo te miro, yo soy este, es desenmascarar al hombre. En él también aparece la mujer igual de fundamental, pero con un velo, atravesada por la experiencia de ser hombre en todas sus facetas y edades, el hombre que quiere estar a la altura de la mujer", explica.
El escritor explica que en Fábula del hombre la poesía sufre un descarnamiento que trata de quitarse velos, de decir las cosas más crudas mostrando la belleza, ya no idealizada, sino la belleza del desierto de las mismas cosas. Son pocos temas atravesados por la existencia el deseo, por el amor, la existencia, el cuerpo, la pregunta, el destino, el sentido, las imágenes que crean el hombre y la mujer.

Seudónimo
José Gadhafi es un nombre con una historia, un homenaje a su padre: "Cuando nací hubo una discusión en mí familia por el nombre con el que me iban a llamar. A mí padre no le gustaban los nombre muy sonados, sino los más desconocidos. Eran los 80, la época de la Guerra del Golfo en la que Gadhafi era muy sonado. Mí papá escuchaba en Radio Habana Cuba sus discursos, por lo que se enamoró de ese nombre y de su pensamiento. A mí mamá no le pareció que fuera un buen nombre para su muchacho. Así que decidieron que yo escogería como llamarme cuando llegara el momento".
No fue bautizado ni registrado, sino hasta los siete años de edad que le preguntaron cómo quisiera llamarse: "Leonel, como el futbolista", respondió. A partir de ese momento su padre dejó de llamarlo Joselito, como le decía.

Poeta
Nació en Cartagena del Chairá (Huila), a los 5 años su familia se trasladó a Neiva donde vivió hasta que viajó a Popayán a estudiar Filosofía y letras en la Universidad del Cauca, en la que actualmente es docente en Literatura y Filosofía. Director de la revista Reverbero editada por el Departamento de Filosofía de la Universidad del Cauca. Ha participado en los libros:   Llama de piedra, Poesía contemporánea en Popayán   (1970-2010),  Palabras para el encuentro, Teopoética  (2011), y Por la escritura (2013).  
Viajará a Toulouse (Francia) como becario del programa Erasmos Mundus a hacer una maestría.

Espera de Adán
"¡Señor del Mundo!
La mujer que me diste me ha abandonado"
Alfabeto de Ben Sira

Lilith se ha ido,
Dios me tendrá que dar otra mujer.

Lilith, podríamos haber sido
dos,
pero Dios Egosísta,
solo quería que fuéramos uno.