Cualquier día me reuní conmigo mismo hice quórum y escribí algunas preguntas que me habría gustado hacerles como periodista a distintas figuras de la historia:

Reyes Magos: ¿Verdad que ustedes no eran tres, ni eran reyes, ni eran magos?

Jesús de Nazareth: ¿Qué grafito escribió en el suelo en el episodio de la mujer adúltera?

¿En qué facultad de comunicación social estudió usted, Moisés, que fue capaz de hacer un lead o párrafo de entrada tan certero como el del Génesis: "En el principio hizo Dios el cielo y la tierra?".

Arquímedes, amigo: ¿Cuántos litros de agua se tragó usted antes de perfeccionar el principio según el cual "todo cuerpo sometido en un líquido experimenta…" y bla, bla, bla?

Mr. Newton: ¿Qué habría hecho usted si la manzana -o lo que sea- que le permitió redondear la ley de la gravedad de la que apenas tenía sospecha, en vez de caer para abajo cae de para arriba?

Monsieur Napoleón: ¿En cuál inútil guerra -los son todas- le robaron la cartera que después de ese episodio prefería no sacar la mano del interior de su chaqueta?

Mahatma Gandhi: ¿Para adelgazar recomienda usted su dieta a base de silencio los lunes y ahimsa (no violencia)?

San José: ¿Lo calumnian quienes aseguran que usted era muy buena persona pero mal carpintero?

Virgen María: ¿Le conoció algún amor platónico a su hijo Jesús, o los amores que le han inventado son puras calumnias?

Eva Braun: ¿Qué le vio usted al insignificante Adolfo Hitler, el del mínimo bigotico?

Don Alfredo Nobel: ¿Los premios Nobel son su mea culpa por lo de la invención de la dinamita?

Mr. Bill Gates: ¿Será que la sentencia bíblica ("es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que salvarse un rico") lo llevó a meterse la mano al dril y donar la mayor parte de su fortuna?

Señor Freud: ¿Quién era más acomplejado: Edipo, o la mamá de la mamá de Edipo, o sea su abuela?

Mr. Franklin: ¿How many rayos cayeron cerca de su casa antes de que se los quitara de encima con el invento del pararrayos?

¿Usted se quedó colón (enojado), don Cristóbal, cuando llegó a tierra firme y en vez de a Gengis Khan encabezando el comité de recepción, se encontró con unas hermosas que iban ligeras de equipaje?

Einstein: ¿Es verdad, Herr Albert, que todo es relativo?

Mr. Rockefeller: ¿Qué habría hecho si todo el dinero del petróleo se lo hubieran dado en hamburguesas?

Supermán: ¿Su novia, Luisa Lane, periodista del diario El Planeta, alguna vez dio una noticia exclusiva?

Don Karl: ¿Se imaginó alguna vez que lo de Marx sería lo de menos en tiempos de la Perestroika?

Julio César: ¿No cree que usted murió por Bruto?

Signore Leonardo da Vinci: ¿La sonrisa de Monalisa refleja los cuernos que le ponía al señor Giocondo con su modelo que tenía carita de yo no fui?

Dios ¿Cuándo almorzamos?