Policía y comunidad

Como ciudadanos, ya sea agrupados en entidades o a título personal, los líderes comunitarios trabajamos mancomunadamente con la administración y la Policía Nacional en una noble tarea de corresponsabilidad orientada a la seguridad, principal generadora de la tranquilidad ciudadana; la decidida interacción entre gobernantes, autoridades y ciudadanos, la cultura de denunciar, el apoyo de los diferentes gremios, de los medios como formadores de opinión y la solidaridad, indudablemente propicia un clima de confianza y sana convivencia.

La tarea que desarrollamos aparte del lógico cumplimiento de un deber ciudadano, constituye una respuesta a las directrices impartidas por el señor general Rodolfo Palomino López, director general de la Policía Nacional, quien desde que asumió tan alto cargo fue enfático en el propósito de trabajar incansablemente por la seguridad ciudadana con base en la positiva estrategia del Plan de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, que ha dado tan buenos resultados y reivindicado aquella figura añorada y casi familiar del policía amigo o policía de la cuadra, tan cercano a los ciudadanos y merecedor de aprecio y confianza.

Entre los múltiples programas desarrollados por el Área de Prevención y Educación Ciudadana (Policía Comunitaria), vale la pena mencionar los Frentes de Seguridad, los Encuentros Comunitarios, las Escuelas de Seguridad Ciudadana, la Red de apoyo y comunicación con los diferentes gremios (comerciantes, radioaficionados, ganaderos, cafeteros, taxistas, empresas de servicio público) y la Red de apoyo y solidaridad ciudadana (empresas de vigilancia y seguridad privada); campañas pedagógicas encaminadas a orientar a la ciudadanía para contrarrestar los delitos de alto impacto.

Igual mención merecen el Programa DARE (Educación para prevenir y resistir el uso y abuso de las drogas y la violencia), la Red de cooperantes, la Policía Cívica Juvenil, y los Jóvenes a lo bien, alianza interinstitucional entre la Policía Nacional, administración municipal y el Sena, que busca brindarles oportunidades de capacitación y emprendimiento a jóvenes vulnerables.

En los 122 años de la Policía Nacional, quiero enfatizar como ciudadana y líder comunitaria en el apoyo, respeto, admiración y gratitud hacia la institución; las conductas insanas de algunos de sus miembros, infieles al lema Dios y Patria e indignos de portar el uniforme, no puede conducir a generalizar; los policías en su inmensa mayoría trabajan con empeño, responsabilidad, honestidad y sacrificio, tanto en centros urbanos como en lejanas poblaciones afrontando situaciones de riesgo, lejos de sus familias y muchas veces soportando la incomprensión de una sociedad que no valora en toda su dimensión su gran esfuerzo. Loable el interés del señor director general Rodolfo Palomino, en la lucha frontal contra las malas prácticas dentro de las filas policiales, unos pocos no pueden enlodar a una institución respetable.

El conocer de cerca la institución me enorgullece y compromete a continuar en la tarea de aportar a la paz tan anhelada. ¡Felicitaciones muy efusivas a los hombres y mujeres policías de Colombia!