El 76% de los manizaleños está satisfecho con la educación que reciben sus niños y jóvenes, según la Encuesta de Calidad de Vida 2013 de Manizales Cómo Vamos. Pero ¿hay razones para estar tan satisfechos?

Colombia se rajó y bajó sus puntajes en las recién publicadas pruebas del programa de evaluación internacional de estudiantes PISA (Programme for International Student Assessment) 2012, aplicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne las principales economías del mundo y a la cual Colombia aspira entrar.

Participaron 510 mil jóvenes de 65 países y el énfasis para esta edición fue en matemática, pues según investigaciones de la OCDE, la inequidad en la habilidad matemática se refleja en la distribución de la riqueza de un país.

Sin embargo, entre los pésimos resultados de Colombia, el de Manizales fue el menos malo. En la primera versión del informe, correspondiente al 2009, la capital de Caldas estaba incluida, pero únicamente con colegios oficiales. Para 2012 la muestra incluyó 10 colegios privados locales, así que las comparaciones entre ambos períodos deben hacerse con cuidado.

Salimos los manizaleños ligeramente mejor librados respecto a otras ciudades, si vemos las cifras llanamente. Pero analizando resultados en términos de lo que nuestros jóvenes participantes pueden o no hacer, hay mucho de qué preocuparse.

Manizales alcanzó un promedio de 404 en matemáticas, superior a los de Colombia (376), Bogotá (393), Medellín (393) y Cali (379). Equivale al mismo puntaje que Sao Paulo, pero muy lejano de los 613 puntos de Shanghai (mejor del mundo), de los 494 puntos de los países OCDE y los 429 de Colima (México), mejor ciudad de Latinoamérica.

La OCDE señala que cada 41 puntos equivalen a un año de educación, o sea que los jóvenes de Manizales tienen el equivalente a 2 años de atraso educativo comparados a los de países OCDE, medio año menos de educación que los mexicanos de Colima o 5 años menos que los de Shanghai.

Además, 62% de los jóvenes manizaleños tuvo un bajo desempeño en matemáticas y de 6 niveles quedó bajo el 2, es decir que la mayoría no tiene las competencias necesarias para poder acceder a estudios superiores o para tener éxito en la sociedad del conocimiento. Apenas el 24% obtiene el nivel 2 o mínimo esperado, mientras que solo el 0,4% de los evaluados en la ciudad caldense alcanza un nivel destacado al ubicarse en los niveles 5 o 6.

En Shanghai -para mirar alto, como debe ser- el 55% de sus estudiantes se ubican en niveles 5 o 6 y únicamente el 4% quedan por debajo del nivel 2. En matemáticas, estamos entonces a un océano de distancia de Shangai.

En lectura nos va ligeramente mejor. Manizales obtuvo un promedio de 431, también superior a Bogotá (422), Medellín (423), Cali (408) y Colombia (403). Con 17 puntos más nos superó Ciudad de México, la mejor de Latinoamérica (448), y con 63 puntos más los países OCDE (494). De nuevo, Shanghai fue el mejor del mundo con 570 puntos.

En equivalencias, los jóvenes manizaleños tienen en lectura 3 años menos de educación que Shangai, 1,5 años menos que los países OCDE y 0,5 años menos que en Ciudad de México.

Por otro lado, los niveles de desempeño en lectura muestran un mejor panorama que en matemáticas, pero no del todo bueno. 37% de los jóvenes manizaleños tuvo bajo desempeño y no alcanzó el nivel 2, es decir, 1 de cada 3 jóvenes no tiene las competencias lectoras suficientes. El 38% se ubica en nivel 2, que es el mínimo esperado y solo 10% tiene un desempeño destacado al ubicarse en los niveles 5 y 6.

Tenemos entonces un 75% de los jóvenes en el mínimo nivel o debajo en desempeño lector. En Shanghai solo el 14% tiene bajo o mínimo desempeño y el 25% tiene un desempeño destacado.

Dos cosas para resaltar son la gran ganancia que representa para la ciudad el estar incluida en estas pruebas, porque permite saber cómo vamos en educación, y el hecho de que los resultados de Manizales sean los menos malos que los del resto del país.

Lo grave es que Colombia definitivamente se raja y es de los 14 países que empeoraron su desempeño. También América Latina se raja y seguimos muy lejos de los países punteros. Si bien las pruebas estandarizadas solo dan cuenta de una parte de las múltiples variables de la calidad de la educación, son importantes, porque muestran las competencias que niños y jóvenes adquieren en su formación.

La conclusión, en todo caso, es reiterativa y evidente: la educación debe ser una prioridad de los gobiernos nacional y local. Entonces, ¿sí deberíamos estar tan satisfechos con la educación en la ciudad, como se muestra en la encuesta de Manizales Cómo Vamos?