Se nos vino encima otro trascendental proceso electoral por medio del cual los 32 millones 795 mil colombianos (que es el censo electoral según la Registraduría) debemos escoger de entre cerca de 3 mil 500 candidatos inscritos los 268 congresistas (102 senadores y 166 representantes a la Cámara) que han de responder durante los próximos cuatro años por fundamentales leyes para acabar con la miseria, el atraso y la corrupción en nuestro rico, hermoso, sufrido y aguantador país.
Por donde miremos, a lo largo y ancho de Colombia; en zonas costeras y de cordillera; en grandes ciudades o pequeñas poblaciones, y a lo largo de extensas avenidas o de polvorientas calles, vemos una invasión de publicidad con candidatos, hombres y mujeres, de distintos matices que ofrecen algo, aunque hay que decir claramente que la gran mayoría no plantea nada.
Pero una cosa, en medio de la pobreza ideológica de esta campaña, me inquietó profundamente la semana antepasada. Una llamada de una directiva industrial de la ciudad, de una emblemática empresa, me hizo recordar algo que hace cerca de dos décadas vengo escuchando con insistencia y siempre asociamos a la izquierda: "los Tratados de Libre Comercio (TLC) son el peor cáncer para la economía colombiana".
Y es que la persona que me hablaba por el celular me decía que los TLC están acabando con la industria nacional y con la mano de obra del país, y que además un amplio sector industrial nacional previendo la tragedia que se viene quería enfilar baterías contra el TLC con Corea pues si el que se firmó con Estados Unidos es lesivo, este puede ser peor. Y esa persona solo habló de la industria, nunca hizo referencia a lo que le ha pasado y le puede pasar al agro.
Fue por eso que en Bogotá el pasado 20 de febrero se hizo el lanzamiento oficial de una campaña que se enfoca en que de cara a la elección del próximo domingo 9 de marzo hay que tener inteligencia electoral ya que el país no puede elegir congresistas que aprueben los Tratados de Libre Comercio que ha implementado Colombia.
Lo que se presentó y se lanzó con una página web que todavía no funciona bien, pero que también está en las redes sociales como Facebook y Twitter, se llama tlcaldesnudo.com, Inteligencia Electoral. La iniciativa promovida por Proindustria, Acopi-Bogotá, Acolfa y Recalca, cuenta además con la participación de la CUT, la CTC y la CGT, y puso a disposición una lista de los congresistas que votaron a favor del TLC con Corea.
De todo pensamos en este país hace años, pero nunca que un grueso grupo de industriales, entre los que hay muchos pesos pesados, se fueran a aliar con las centrales obreras, que tanto los critican y atacan, para entre ambos sectores enfilar baterías contra los TLC. Eso no significa otra cosa que darle la razón, en mucha parte, a la izquierda de este país, y yo muy particularmente al senador Jorge Enrique Robledo Castillo, del Polo Democrático, que desde los tiempos de profesor universitario e investigador, antes de ser congresista, vaticinó los graves efectos que para el agro, la industria y la economía en general traería firmar TLC con grandes potencias mundiales que no están dispuestas a exponer sus sólidas economías al establecer vínculos comerciales con naciones en desarrollo como la nuestra. Ellos saben que ganan con cara o con sello.
Retomo las cifras que presentaron ese día en el lanzamiento de la campaña los propios industriales al mostrar los efectos contrarios que en varios de sus sectores han provocado los TLC. Miremos: en el 2013, es decir el año pasado "la crisis del sector industrial se reflejó en el comercio exterior del país. Durante ese año, Colombia sumó US$2.032 millones más al déficit comercial de este sector, que cerró en US$ (-) 32.456 millones". Grave, muy grave.
Dijo que: "Además, los subsectores en donde más aumentó el déficit fueron fabricación de prendas de vestir (519%) y azúcar (38%); y en cuanto a las exportaciones industriales, las autopartes cayeron 15%, mientras la fabricación de textiles y prendas de vestir cayeron 13.4% y 13.2% respectivamente". Tras dar conocer estos registros los voceros expresaron que "la desindustrialización del país es evidente, aunque el gobierno intente ocultarla", y agregaron que el año anterior, "la producción de este sector se contrajo 1.9%, provocando la pérdida de 119 mil empleos".
Y sí, basta mirar lo que le ha pasado y lo que le sucede al campo en Colombia para reconocer que los TLC, con muy buenos efectos y alcances para el consumidor y para algunos sectores, han generado desequilibrios en la agricultura nacional y en parte de la industria. Llama la atención, revisando las redes sociales de esta campaña a la que hacemos referencia, que el único senador caldense que figura como votante del TLC con Corea es Arturo Yepes Alzate ahora aspirante a la Cámara de Representantes.
No sé pues usted a quien le vaya a entregar su voto, sin embargo vale la pena que reflexione y mire bien si lo va a hacer por los mismos de siempre, por los gobiernistas, por los de la oposición, por los que más gastaron plata, por los que más compraron votos, por los más callados, por los oportunistas, por los mal relacionados, por los salpicados, por los de pasado oscuro, por los socios de los malos de antes, por los nuevos desconocidos, por el voto en blanco que también es válido, en fin, no sé por quién se vaya a inclinar, lo único es que antes de marcar el tarjetón ponga a funcionar un poco más su "inteligencia electoral".
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