En nuestro país la tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV) está en aumento y  no solo por el envejecimiento poblacional, debido al aumento en la expetativa de vida, sino también por la alta prevalencia de sedentarismo, obesidad, hipertensión arterial e hipercolesterolemia.
Diversos estudios plantean  que para disminuir los riesgos de ECV es importante promover hábitos nutricionales y estilos de vida saludables que permitan desarrollar estrategias que mejoren la calidad de vida.
Estudios recientes coinciden también en que las mujeres que incluyen en su alimentación tres o más porciones a la semana de frutos rojos, reducen en un 32% el riesgo de padecer un infarto.
Los científicos encontraron que dichas mujeres llevan un estilo de vida más saludable, hacen ejercicio, tienen un índice de masa corporal dentro de lo normal, no fuman  ni consumen alcohol, su alimentación es rica en fibra y vegetales, sin exceso de calorías y pocas grasas animales. Los frutos rojos tienen dentro de su composición nutricional abundante agua, vitaminas, minerales, oligoelementos y variedades de fitoquímicos.
Su mayor aporte son los flavonoides, compuestos bioactivos que intervienen en las propiedades sensoriales de las frutas (colores intensos rojos, morados y sabor amargo en algunos cítricos).  Ej: moras, uvas negras, fresas. ciruelas, grosellas, arándanos, frambuesas y  berenjena. Se destacan, además, por su papel antioxidante.
El efecto protector de los frutos rojos se debe a su alto contenido de antocianinas. Este grupo de flavones contribuye a la protección de la pared interior de las arterias y al control de la presión arterial. Los flavonoides de las frutas rojas  tienen más de  6.000 compuestos diferentes, de los cuales se destacan las antocianinas, los flavonoles, flavonas e isoflavonas (estas últimas se localizan principalmente en las leguminosas, sobre todo en la soya).
Estos compuestos además de jugar un rol importante en el organismo, por su función antioxidante, desempeñan un papel destacado en las propiedades sensoriales de los alimentos. Las antiocianinas son pigmentos que contienen el color rojo azulado típico de frutas.
Los efectos antioxidantes de los vegetales son ,en general, capaces de bloquear los "radicales libres". Sustancias que provocan daño celular y están implicadas en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades. Ningún alimento consumido de forma aislada es responsable de la curación  o prevención de enfermedades. Esta premisa es un común denominador para tantos otros alimentos a los que se suele destacar sus supuestos poderes curativos.
Añadir frutos rojos dentro de la alimentación diaria proporciona beneficios potenciales para la salud.

*Nutricionista Dietista Clínica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en diabetes
saludablearas@yahoo.com.co

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