Juan Gabriel ya puede cantarle a su amada madre en el otro lado: Tarde o temprano ya estoy contigo para seguir amándonos.
Gracias a él por tantas canciones que perdurarán por su admirable inspiración y gracias a Dios por el talento que le dio.
Ahora este ícono mexicano y universal puede comprobar que el amor es eterno y más fuerte que “la hermana muertevida”.
Lo ideal es que nunca apliques lo que Rocío Dúrcal o él cantaban: “Pues siempre estoy pensando en el ayer”. Así no se procesa un duelo.
Tampoco sufras tanto por la ausencia de alguien y no digas: “Desde ese día hasta hoy no soy feliz” ni “oscura soledad estoy viviendo”.
La canción es hermosa, pero destila dolor en cada palabra y enseña cómo no se debe asumir un duelo.
A Juan Gabriel no solo hay que admirarlo por sus canciones, sino por el coraje que tuvo para aceptarse como gay.
Tu que te gozas sus melodías ¿eres tolerante y respetuoso con los que tienen otra orientación sexual?
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