Un rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al Maestro de Cetrería para que los entrenara.
Pasados unos meses, el instructor dijo al rey: Uno estaba perfectamente, pero al otro nadie lo mueve de su rama desde su llegada
El rey mandó llamar a los curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Tampoco nadie en su Corte
Publicó por fin un edicto buscando la solución entre sus súbditos y a la mañana siguiente vio al halcón volando en los jardines.
- Traedme al autor de ese milagro -dijo-.
En seguida le presentaron a un campesino.
- Tú hiciste volar al halcón, ¿cómo lo hiciste? ¿eres mago acaso?
Entre feliz e intimidado, el aludido solo le explicó:
- No fue difícil Su Alteza, solo le corté la rama. Ante la necesidad el pájaro usó sus alas y se echó a
volar.
Nota: ¿Sabes que tienes alas y puedes volar? ¿A qué estás
agarrado?
¿De qué no te quieres soltar?
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015