El primer alquimista auténtico en la Europa medieval fue el monje franciscano Roger Bacon.
Murió en 1294 y estudió la óptica, la filosofía y la alquimia, a través de la experimentación. Afirmó:
“Hay tres formas para adquirir conocimientos: Autoridad, razonamiento y experiencia, y la última es la más efectiva”.
En su tiempo no se cuestionaba algo si lo había dicho una autoridad de la filosofía o de la religión, aunque estuviera errada.
De otra parte, el conocimiento era relativo porque se amoldaba a escuelas de pensamiento o creencias humanas.
Le debemos mucho a Bacon porque le dio énfasis a la experimentación y nos enseñó a probar y a cuestionar.
No obstante aún hoy en día millones creen como borreguitos lo que les enseñan o imponen otros. Cuesta ser libre.
Muchos le temen a la libertad y prefieren que otros piensen y decidan por ellos. Así se eximen de ser responsables.
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