En los templos sobran crucificados y faltan resucitados y hay que cambiar una fe sacrificial por otra centrada en el amor.
Jesús jamás dijo que tenía que derramar su sangre para salvar o borrar pecados, esa es una teología eclesial.
Es una fe en la que Dios exige sacrificios como los dioses primitivos y el Dios del Antiguo Testamento.
Algo absurdo pero perdura al poner a Jesús como cordero, o sea, un sacrificio incruento.
Creencias religiosas que en nada cuadran con el Dios Padre amoroso que predicó Jesús.
Las religiones elaboran doctrinas humanas, las presentan como divinas y la gente cree sin cuestionar.
Dios no es un juez frío que solo perdona si su Hijo derrama la sangre por los pecadores.
De hecho Dios ama sin medida y por eso no tiene nada que perdonar. Nadie lo ofende, ¿acaso es un humano?
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