En la educación se ha demostrado el poder de las expectativas de los profesores en sus alumnos.
Sus creencias influyen en el comportamiento de los estudiantes con base en lo que se llama el Efecto Pigmalión.
Esto explica por qué los mismos alumnos rinden distinto según los profesores que tengan y sus presunciones.
Es común que el profesor estimule más a los más capacitados y que ellos respondan de forma positiva y se esfuercen más.
Del mismo modo funciona en el sentido negativo cuando el profesor espera que los alumnos tengan malos rendimientos.
Los investigadores Rosenthal y Jacobson hablaron de esto en su libro Pygmalión in the Classroom en 1966.
Bueno, ese fenómeno se da entre padres e hijos, jefes y empleados y en todas las relaciones.
Examina tus creencias y expectativas porque con ellas creas la realidad clara u oscura que luego vives.
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