Brittany Maynard, de 29, años es noticia porque decidió adelantar su muerte tomando unas pastillas.
"Siento gran alivio al saber que no voy a morir de un modo horrible, como me indicaron que iba a hacerlo", dice.
Ya tiene grandes dolores y, según los médicos, el cáncer de cerebro le causará otros más terribles y prolongados antes de morir.
Ha planificado su muerte para el 1 de noviembre acompañada de su esposo y su familia en el estado de Oregon.
Allí está permitido el "suicidio asistido", y en Internet hay un gran debate con gente a favor y en contra.
Según un predicador "es un acto autodestructivo de cobardía egoísta poner fin a su propia vida antes del tiempo perfecto de Dios".
Ahora bien ¿prolongar la vida con fármacos no es también un modo de ir contra ese supuesto tiempo perfecto de Dios?
El tema da para mucho y es muy fácil juzgar a otros cuando uno solo predica y no es el que tiene un cáncer agresivo con serios dolores.
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