Debates insustanciales son frecuentes, con asuntos postizos, de ocasión, o eternos insalvables. Debatir es poner en cuestión asuntos contradictorios, o simplemente en duda, camino de la verdad. El librepensamiento debería ser escuela reinante, como posibilidad en la formación de las personas. Pensar en libertad, con sujeción al respeto en las diferencias, y examen cuidadoso de temas y problemas. Por más distintas que sean las consideraciones de pensamiento o de actitudes, no deberían conducir a la violencia, menos a la eliminación del otro. Debe ser posible encontrar un campo en común donde todos tengamos lugar para pensar, opinar, dialogar, debatir y actuar, en lo deseable con sumatoria de esfuerzos. Por reducido que pueda ser ese lugar, habrá condiciones para interactuar en forma civilizada, con alianzas productivas, en tanto realizaciones posibles en común.
Ideologías y religiones coinciden en el sustrato de las creencias inamovibles, sin lugar a discusiones o debates, puesto que la apelación de aquellas a la "razón" es simple encadenamiento de creencias y fanatismos. La caída del muro de Berlín pareció simbolizar la extinción de las ideologías, con la sobrevivencia de algunas de estas en focos intimidantes. Pero lo que ha venido después es el auge de vertientes ortodoxas, y otra vez la expansión del terrorismo.
Hay un modelo predominante en el mundo reconocido como "capitalismo salvaje" que promueve la generación y acumulación de riquezas materiales, con ahondamiento de las diferencias, con brecha que crece entre los de arriba y los de abajo. Un modelo de desarrollo marcado por la inequidad, que quisiéramos ver superado hacia otro con predominio de la justicia social, la educación de calidad para todos y las oportunidades de generación y acceso al trabajo digno.
Pero no será posible pensar que tendremos que esperar al cambio de modelo para actuar. Es necesario intervenir desde los espacios más singulares y reducidos, con tareas de mejoramiento perseverante, de beneficio a personas, familias, instituciones, colectivos sociales. Y proceder de manera constructiva, sin acudir a forma alguna de violencia. Es deseable sumar esfuerzos, con voluntades decididas por sucesivas reformas. Colombia es prolífica en ejemplos de esfuerzos puntuales, en toda la geografía, en campos y ciudades, en medio de un panorama nacional de alta complejidad. Incluso hay instituciones, también municipalidades, que han conseguido remodelar su destino, al congregar actitudes y decisiones, sin atropellar a nadie. Un inventario minucioso es posible, pero me haría extenso al intentarlo. Sinembargo, me atrevo a citar los casos del "Instituto Caro y Cuervo" en Bogotá, bajo la dirección de Carmelita Millán de Benavides, académica notable, innovadora de lo simple a lo complejo, y del "Jardín Botánico de Bogotá", dirigido por el profesional UN Luisz-Olmedo Martínez, que ha recuperado lineamientos históricos con ambiciosa proyección estratégica y trabajo creciente con las comunidades, sin política menuda ni sectas. Personas de intachables procederes, de alto nivel formativo e intelectual, en el servicio público.
Un caso singular es el de Pedro Zapata, por años aplicado al trabajo creativo con niños y jóvenes, en Manizales/Caldas, Medellín y Bogotá, ahora dedicado en la Capital a desarrollar dos proyectos ambiciosos: "El agua vino para ser nosotros" y "Las infancias del lenguaje", ambos con labor en la ciudad y el campo. Por otra parte, está el caso de Cecilia Rivas en su pequeña granja "El albergue azul", en el "Alto del naranjo" (Manizales), con años de experiencia en cultivos orgánicos y trabajo comunitario sobre biodiversidad. Las investigaciones de los maestros Guillermo Rendón y Anielka Gelemur en el rescate de lengua y cultura de núcleos indígenas en la región de Riosucio (Caldas). La investigación-indagación fotográfica de Beatriz Gómez en el "centro histórico" de Manizales. Ejemplares también organizaciones como "Manizales Más" (proyecto para fortalecer el ‘ecosistema de emprendimiento’), "Manizales-cómo-vamos", el "Sistema Universitario de Manizales" (SUMA), el "Festival Internacional de Teatro", el "Festival Internacional de la Imagen", etc. Casos para estimular el recatado optimismo. Miles de actuaciones constructivas por todo el país, con ingenio y cooperación. ¡Sí se puede!
La vida es de trabajo, con retos y ambiciones, con ilusiones; muchas de estas se desvanecen en los primeros intentos; pero hay que persistir, con visión esperanzadora y con otros, hacia mejores estadios de sociedad. Sumar y sumar, desde el lugar de cada uno, de pequeños grupos, de instituciones en lo local. Labor en mancomún, a sabiendas que no hay caminos fáciles.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015