Son muchas las emociones y enseñanzas que nos deja a los colombianos la participación de nuestra selección en la última Copa del Mundo en Brasil; justo en este momento la hazaña y su dulce sabor continúan con el paso de James Rodríguez al Real Madrid.

Guardadas las proporciones, lo vivido trae a mi mente lo ocurrido en Sudáfrica en 1995 con la celebración de la Copa Mundial de Rugby, que propició la unión de un país alrededor del deporte, una nación dividida por causas tan radicales como el racismo en lo que conocemos como el "Apartheid". El torneo permitió el regreso del equipo de este país, después de haber sido sancionado en 1987 y 1991 por su política racista. La selección local, contra todos los pronósticos técnicos y con una gran estrategia hilada por el presidente Mandela, logró alzarse con la Copa del Mundo. Por supuesto, sería muy simplista decir que fue solo este campeonato el que cambió la historia de Sudáfrica, pero sí fue un hito poderoso y maravilloso que modificó, no sé si la realidad, pero por lo menos la percepción de sus ciudadanos y la forma como interactuaban, y los ayudó a identificar intereses comunes, lo que por mucho años fue simplemente imposible siquiera de imaginar.

Para los colombianos el Mundial, además de darnos en general una sana diversión, también nos permitió descansar un poco de la agitada agenda política nacional y del enrarecido ambiente generado por unas elecciones presidenciales turbulentas y para muchos de un nivel poco deseable. Cambiamos los insultos y los radicalismos por la bandera, las camisetas y por qué no por el Ras tas tas, esta es para mí la primera ganancia con la Copa.

Pero tengo más, me sentí muy orgullosa de mi equipo. Viéndolos jugar me parecía un perfecto ejemplo de liderazgo colectivo, donde cada quien cumplió a cabalidad su rol y ayudó a lograr ese propósito común: llegar lo más lejos posible, fruto de su esfuerzo y su determinación y por supuesto de la mano del profesor Pékerman, quien representa, para mi gusto, esa visión de líder digno de admirar, por su humildad, coherencia y ejemplo.

También me hicieron soñar con un país donde nuestros héroes y ejemplos a seguir representen algo realmente positivo, y por fin dejar en el olvido del pasado ejemplos de corruptos y mafiosos que no han hecho más que reforzar la idea de esforzarse poco, ganar rápido, vivir rápido y pensar poco en los demás. Qué lindo lo que han hecho por nosotros nuestros deportistas; no solo la selección Colombia, sino también Rigoberto Urán, Mariana Pajón, Catherine Ibargüen, Nairo Quintana y muchos otros, quienes nos han enseñado que con disciplina, dedicación, humildad, trabajo duro y honesto, con foco y valentía se obtienen logros, se puede ser el primero o hacer el proceso para lograrlo.

Leí en twitter algo que me conmovió mucho. Durante la Copa, una persona a la que sigo, que vive en Manizales, publicó una foto y contaba cómo los niños de su barrio habían empezado de nuevo a jugar fútbol en su cuadra, sentí una profunda alegría de ver esto, pues siempre he pensado que el deporte además de unir, tiene enseñanzas muy poderosas, es para mí un sitio bien interesante para aprender a competir con respeto y por eso es tan valioso que Colombia haya sido reconocida como la selección del juego limpio, después de tanto estigma que hemos vivido. De las pocas cosas buenas que se dicen de este país, que tantas tiene, dejar ese mensaje al mundo es otra razón para valorar lo vivido en Brasil.

Deseo terminar invitándolos a participar, a propósito de la importancia del deporte y su capacidad de unir, de los primeros Juegos Deportivos Empresariales que tendrán apertura el próximo 10 de agosto en la ciudad. El objetivo es generar espacios de integración y aprovechamiento del tiempo libre para empresarios, comerciantes, empleados de las empresas y sus familias, en torno a la recreación y el deporte en ocho disciplinas. Estos juegos han sido posibles gracias a una alianza público - privada entre la Andi Caldas, Camacol Caldas, Fenalco Caldas, Acopi, la Alcaldía de Manizales, Confamiliares y la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas.