Todo comienzo de una administración, sea municipal o departamental, trae consigo una serie de desafíos y compromisos que resultan trascendentales e ineludibles. No sé si sea por la expectativa de lo que deben hacer los mandatarios que llegan, pero cada día que pasa se torna más determinante, de ahí que comiencen las presiones tempranas y la gente quiera para ya la concreción de los distintos proyectos, mientras se revisa o replantea la conveniencia o no de los mismos. Basta mirar lo que pasa en Bogotá con Trasmilenio, el Metro, el acueducto, la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) o la ampliación de Eldorado, entre muchas otras cosas, para tener una referencia.
Pues aquí en Caldas y en Manizales no son pocas las necesidades y menos cuando se habla de asuntos cuya concreción depende en gran medida de la voluntad y el respaldo económico del gobierno nacional. Ahí están por ejemplo Aerocafé en Palestina; el Puerto Multimodal de La Dorada; la conexión Férrea, que se quedó paralizada; la terminación de la doble calzada entre la Estación Uribe y Potro Rojo que tiene puntos importantes desarrollados, pero a la que aún le faltan obras esenciales, y la construcción del Sistema Estratégico de Transporte Púbico (SETP) para esta capital el cual después de tener asegurados cerca de 220 mil millones de pesos en Planeación Nacional como lo anunciaron congresistas y la administración municipal pasada, ahora el director de ese organismo, el pereirano Simón Gaviria, dice que esos recursos no los hay.
No sé qué pasa con Caldas, pero si nos ocupamos solo de Aerocafé podemos decir que nos quedó grande. Es cierto, allá hubo despilfarro de recursos, se nos mintió a los que creímos en un comienzo que en 2011 estaría aterrizando el primer avión allí, mientras el que lo anunció, Francisco José Cruz Prada, despegó de aquí después de decir mentiras y enredar a muchos, y se fue a echar globos en otras partes, con la suerte de caer parado en Bogotá donde acaba de ser nombrado por el alcalde Enrique Peñalosa como Secretario Distrital de Ambiente.
Y digo que nos quedó grande pues ni con los mejores “amigos” del presidente Santos, tan cercanos a él, se ha podido en estos cinco años y medio de mandato ininterrumpido obtener algo cierto para Aerocafé. Lo último con lo que nos calentaron el oído en abril del año pasado fue cuando el Ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, firmó un Memorando de Entendimiento con los entonces Alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, y Gobernador de Caldas, Julián Gutiérrez, en el que el Gobierno Nacional se comprometió a aportar para la vigencia 2015, por intermedio de la Aeronáutica Civil, 10 mil millones de pesos con destino a las obras de mantenimiento y protección de lo allí construido. ¿Qué pasó? Si no nos cumplieron con $10 mil millones cuando había plata y con documento firmado de por medio, qué nos van a dar ahora cuando los recursos se agotaron.
Esperemos que todo esto no sea otra estrategia política pues ya está próxima a empezar la precampaña presidencial (aunque creo que nunca se ha detenido) y entonces el gobierno necesita tener listo el caramelo de Aerocafé para cuando sus precandidatos vengan a prometer lo que ya se aprobó, pero que por múltiples circunstancias no nos han querido entregar. El asunto es claro, el año pasado el Vicepresidente Germán Vargas Lleras recorrió el país muchas veces, primero anunciando la inversión de cerca de 2,8 billones de pesos para mejoramiento y fortalecimiento de los aeropuertos de casi todas las ciudades más importantes, y después pasando revista a esas obras y entregando algunas de las que se terminaron, mientras en Caldas nos quedamos esperando tan solo 10 mil millones de pesos prometidos, con firma, para hacerle mantenimiento a lo que hoy está expuesto y abandonado.
No la tenemos fácil, pero es el gran reto que nos queda. Urge reorientar, reprogramar o replantear el proyecto. No en su concepción, sino en su ejecución, pues no nos podemos quedar esperando otros dos años que faltan para que comience en firme la campaña presidencial y se vuelva a izar la bandera de Aerocafé. ¿Dónde están los congresistas amigos del gobierno para que presionen una respuesta cierta, sea positiva o negativa, del Presidente y nos diga claramente si va a ayudar o no a destrabar esto?
Caldas terminó el 2015 como el tercer departamento más competitivo del país superado solo por Bogotá, que fue primero, y Antioquia, segundo, algo totalmente lógico dadas las condiciones de esas dos regiones. Y para alcanzar esa importante figuración Manizales, la ciudad con mejor calidad de vida del país según el programa Ciudades cómo vamos, hace el máximo aporte, sin embargo no tenemos un aeropuerto confiable que permita operación diurna y nocturna para que empresarios, inversionistas, cazatalentos, científicos, investigadores y turistas se sientan seguros de que van a llegar y se van a ir a tiempo.
Y aun así, el Gobierno Nacional, desde donde nos echan flores cada que pueden por lo que aquí se está haciendo, no se atreve a cumplir con la entrega de 10 mil millones de pesos, pero sí les pone en bandeja de plata a banqueros y multinacionales billones de pesos para que hagan con la plata pública lo que deberían hacer con sus recursos. Qué ironías.
Al margen
Ojalá el Vicepresidente Germán Vargas Lleras se recupere pronto de su cirugía en la cabeza. Lo necesitamos para ver si con la gran amistad que tiene con el gobernador Guido Echeverri y con el exalcalde Jorge Eduardo Rojas nos ayuda a sacar a flote este barco llamado Aerocafé que está a punto de sucumbir. Seguro que aquí se le recompensa con un buen caudal de votos. Eso sí, no le prometemos que con ellos gane.
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