A escasos seis días de terminar este 2015 y de recibir el nuevo año, los colombianos, pero especialmente los manizaleños, vivimos momentos de expectativa y de incertidumbre por lo que se viene en materia administrativa y económica, sin dejar a un lado la definición del proceso de paz con las Farc.
La salida del alcalde Jorge Eduardo Rojas y la llegada de su sucesor, José Octavio Cardona, supone además de los cambios habituales que implican el relevo de un mandatario, un revolcón en la Alcaldía pues significa el retiro de la coalición B que por espacio de 15 años manejó los destinos de la ciudad con grandes aciertos, pero también con enormes yerros, para darle paso a otra coalición política que aunque quiera mostrarse distinta tiene en el Partido Liberal, dividido y con serias discrepancias entre muchos de sus seguidores, el motor y el empuje de esta capital.
No la tiene fácil el electo alcalde Cardona que llega a tomar las riendas de la ciudad en un buen momento de esta, pues gracias a la calificación de los manizaleños este es hoy el espacio con mejor calidad de vida del país medido por el programa Cómo vamos que recoge, analiza y evalúa variables de 12 capitales en Colombia. En ese sentido su obligación es procurar mantener y mejorar las áreas objeto de evaluación pues no en vano se ha trabajado interinstitucionalmente para convertir este en el mejor vividero de Colombia, elemento diferenciador que permite atraer inversión y nuevos habitantes.
Desde esa perspectiva hay que reconocerle a Jorge Eduardo Rojas su preocupación por lograr una Manizales más segura, con más empleo, más bonita y atractiva, con mejores parques, con más apoyo al deporte, con educación de calidad y con transparencia en cuanto a la inversión de los recursos públicos, lo que se tradujo en solución ante amenazas serias como las de las plantas de tratamiento de agua de Niza y la Luis Prieto, además de las conducciones de agua, obras que tuvieron el apoyo del gobierno nacional que aportó la mayoría de los multimillonarios dineros.
Lo de la renovación urbana de la Comuna San José quedará como un acto de salvamento y reorganización importante pues cuando llegó ese programa estaba hecho añicos y era objeto de críticas por abusos y falta de atención a la gente, mucha de la cual fue despojada de manera inmisericorde de sus casas viejas o reformadas para darle paso a la recuperación de una zona soñada, pero no planeada.
Preocupa el momento de Infimanizales en materia de retorno de inversiones pues la vida de los institutos de financiamiento públicos son las ganancias que dejan sus activos y aquí si bien se mejoró en cuanto a la realidad de ese organismo su margen de rentabilidad, siendo importante, no es el esperado. Aguas de Manizales tuvo en este cuatrienio una significativa recuperación económica y fortalecimiento como empresa gracias al apoyo del gobierno nacional que aportó multimillonarios dineros para el plan blindaje, sin embargo hay quienes hacen reparos a algunas inversiones en parques y bulevares de la ciudad.
Preocupa sobremanera Aerocafé. Cuando más necesitamos que este proyecto esté caminando, es cuando menos avanza y más se estanca. No hay señales positivas desde el gobierno nacional para apoyarlo con recursos, mientras seguimos aferrados (no hay otra alternativa por ahora) al Aeropuerto La Nubia, pero ni siquiera el Volcán Nevado del Ruiz ayuda pues por ejemplo se cumplieron hasta ayer cinco días con esta terminal aérea cerrada por caída de ceniza, mientras seguimos dependiendo no solo de Pereira como alternativa operativa, si no de Avianca que aprovecha esas flaquezas para hacer lo que quiere con los viajeros desde y hacia Manizales.
El alcalde electo es un hombre inteligente y sagaz, y así lo demostró como concejal de la ciudad, y sabe que se juega su futuro y su vida política. Pero una cosa es ser concejal y otra ser alcalde, por eso no creo que llegue a improvisar ni a trabajar solo con demagogia. Rojas si bien les dio participación a los grupos políticos que lo apoyaron para ganar, se desligó de los jefes de esos partidos a la hora de tomar decisiones y de hacer nombramientos. No sé cuál vaya a ser la actitud de Cardona en ese sentido, pero esperamos que sus aciertos en el comienzo así como la transparencia marquen su camino de aquí al 2019.
Al margen
No sé qué piense usted, pero no puedo dejar de referirme al gobierno de Julián Gutiérrez. Creo que la honradez marcó el papel del Gobernador de Caldas en estos poco más de dos años de mandato, tiempo en el que puso orden y la cara, y supo invertir los recursos. Lástima que en este país, empezando por el Presidente, primen los intereses políticos y no las necesidades de las regiones.