Pasaron los distractores y nos encontramos de nuevo ante la realidad del país. Atrás quedarán, para la historia, la segunda nefasta reelección presidencial (en segunda vuelta) y el maravilloso e inolvidable Mundial de Fútbol de Brasil que para Colombia fue, es, y será por un largo tiempo un bálsamo de orgullo y de la mejor buena imagen que se pueda tener.
Y es que por cuenta del Mundial y sobre todo por el arranque victorioso de nuestra Selección el país en general se quedó sin mirar el trasfondo de muchas cosas políticas que se vienen producto del segundo periodo del presidente Juan Manuel Santos, más conocido hoy como ‘Juanpa’, quien le ganó en franca lid ese domingo 15 de junio la contienda electoral a Óscar Iván Zuluaga, el escudero del insaciable Álvaro Uribe Vélez, el expresidente que se encargó de postular en el 2010 al actual mandatario.
Así después de esa elección, mientras la gran mayoría de los colombianos veíamos el Mundial y en especial a nuestro equipo nacional encabezado por el deslumbrante James Rodríguez (a quienes hasta los guerrilleros seguramente aclamaron con explosivos ) el gobierno cocinó decisiones impopulares que durante la campaña mantuvo sin alterar, como el precio del galón de gasolina que desde el pasado primero de julio subió 150 pesos, así no más, lo que se interpreta como el acumulado de varios meses sin alza y de otro mes que tuvo una ligera reducción.
La verdad, la Selección le sirvió de vaselina al gobierno para comenzar a aplicar medidas y anunciar decisiones que golpean nuestro bolsillo y que tienen un marcado interés político y pago de cuentas de cobro. Además de lo de la gasolina, ya se anunció por ejemplo que se mantendrá el 4x1.000, mientras el recién salido Director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, se despidió diciendo que la declaración de renta abarcará a mas colombianos de clase media porque se necesita elevar el recaudo, mientras los registros de evasión de impuestos de quienes sí tienen con qué pagar siguen siendo altísimos, lo mismo que el contrabando que llega al país y el dinero que se lava producto del narcotráfico.
Nunca sabremos con mediana cercanía el dinero que se gastó el gobierno en la campaña reeleccionista pues aunque hay unos registros de lo que costó la primera vuelta, que resultó un fracaso para el Presidente, se desconoce, y se desconocerá, la plata que abundó y que salió de todas partes para asegurar a como diera lugar el triunfo en la segunda vuelta. Y como los votos congelados estaban en la Costa, allí fue a donde se llevaron en 20 días multimillonarias inversiones en lo que ya todos conocemos como mermelada.
Por eso una vez terminó la campaña y mientras todos andábamos invadidos de alegría y respirando fútbol comenzaron los reacomodos políticos, válidos por demás, pero muchas veces lesivos, pues no se mide la efectividad de alguien en un cargo, sino su aporte en materia política, que no es otra cosa que los votos que haya puesto la región de donde es. Por algo salió el caldense Marco Aurelio Zuluaga de la dirección nacional del ICBF, mientras ya vimos cómo a Mauricio Lizcano (que no es ninguna pera en dulce), entre amagos de gresca con el impulsivo senador costeño Armando Benedetti, le cobraron que en su departamento, es decir Caldas, ganara por una amplia ventaja el popular ‘Zurriaga’, bautizado así por doña ‘doña Mechas’.
Una cosa triste es lo que pasó con la directora de Colciencias Paula Marcela Arias Pulgarín, la manizaleña que debió renunciar a su cargo hace una semana tras la polémica que desataron sus declaraciones en la convención científica Suma, en Cartagena, cuando dijo que el gobierno le había reducido de manera dramática el presupuesto a esa entidad. La denuncia la hizo amparada en un correo electrónico que recibió de Planeación Nacional en el que le notificaban que en el 2015 Colciencias recibiría 289 mil millones de pesos, "125 mil millones de pesos menos que la inversión asignada para el 2014". La sinceridad y la firmeza para defender la entidad a su cargo le costaron el puesto a esta funcionaria.
Con razón ahora hay que prender alarmas pues el presidente ‘Juanpa’ que no dejó de sacar en cara en la campaña que tuvo muy pocos votos en departamentos donde su gobierno había hecho multimillonarias inversiones, como es el caso de Caldas, nos pueda poner a sufrir con el dinero de proyectos clave con los cuales se comprometió, pero que por no apoyarlo masivamente como a ‘Zurriaga’ nos va a dar zurriago.
A mí sí me preocupa y mucho lo que se ha visto en el último mes (después de que ‘Juanpa’ ganó) en materia de seguridad nacional pues mientras la mayoría del país votó por la paz, los dos grupos guerrilleros con los que se trabaja para alcanzarla (más las Farc que el Eln) hayan desatado una oleada de ataques terroristas contra infraestructura nacional, afectando además el medio ambiente y a decenas de personas que han resultado heridas y muertas por esos actos.
Duro lo que se nos viene en adelante, con mucha plata para invertir, pero con un Congreso medianamente renovado que llega con un gran malestar producto de tanta mermelada, sea para que le den por primera vez o para que le sigan dando. Ojalá ‘Juanpa’, perdón el Presidente, busque la medida correcta y justa para que todos ganen, pero también todos pongan.
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