El lanzamiento al ruedo político de Adriana Gutiérrez Jaramillo como candidata a la Alcaldía de Manizales por el partido Centro Democrático calentó el ambiente político en la ciudad y en el departamento pues parece como si se hubiera destapado la carta más fuerte y decisiva de cara a las elecciones regionales de octubre próximo.
Y es que la determinación de la exsenadora tiene varias y serias implicaciones políticas que para algunos eran previsibles, aunque otros muchos no creyeran tanto en eso y pensaran que lo de la dirigente uribista no pasaría de ser una simple aspiración en el departamento y naturalmente en la capital caldense.
Dicen que el que pega primero pega dos veces y eso, creo yo, le pasó al Centro Democrático, independiente de que falte mucho para la campaña (eso dicen algunos), pues el anuncio de la excongresista tomó por sorpresa a casi todos los partidos que mirando más para los lados y buscando conveniencias (léase coaliciones que les favorezcan) no han asumido aún posiciones directas y por ello no tienen determinaciones.
Y no es que Gutiérrez sea la mujer maravilla como para decir que esto ya lo ganó, sin embargo sí pone un punto alto pues cuando muchos la daban como candidata a la Gobernación de Caldas y otros descartaban que se fuera a lanzar a uno u otro cargo por desavenencias con su familia, proclama oficialmente su aspiración por el primer cargo público de Manizales.
¿Qué le favorece a ella? No tiene hoy un contendor de su peso específico pues su colectividad registró las más altas votaciones en las presidenciales del año pasado; Álvaro Uribe y Óscar Iván Zuluaga son sus amigos incondicionales; dio un golpe de opinión ya que hace 23 años Manizales tuvo una alcaldesa y desde entonces no aparecía una mujer para ese cargo y eso arrastra el género; por su trabajo político en el pasado tiene muchos simpatizantes en el Partido de la U, entre liberales, de otras colectividades, y empresarios e industriales que la quieren.
¿Qué no le favorece? Así como hay uribistas incondicionales, también hay demasiados antiuribistas dispuestos a no votar por ella; su cercanía a Uribe, Óscar Iván Zuluaga y Luis Alfonso Hoyos, inmersos en el escándalo por el hacker Andrés Sepúlveda y por los ataques a la campaña de Juan Manuel Santos; el apoyo a Francisco José Cruz Prada cuestionado gerente de Aerocafé; la foto en campaña al Senado con una mujer que resultó ser una jefa paramilitar en una tarima en La Dorada, investigación que le costó sudor y lágrimas, de la que fue absuelta pero que la llevó a renunciar a su curul en el Senado cuando denunció persecución de la Corte Suprema de Justicia.
Con respecto a su lanzamiento, no buscar la Gobernación de Caldas y sí la Alcaldía de Manizales afecta las pretensiones de varios movimientos y precandidatos. Por ejemplo, el senador Luis Emilio Sierra la tiene dura para conservar el dominio en la administración local pues su relación no es la mejor con el alcalde Jorge Eduardo Rojas, Juana Carolina Londoño parece no estar dispuesta a enfrentarse a otra mujer fuerte y menos a Adriana Gutiérrez, y Mónica Giraldo y Gabriel Hernán Ocampo no tienen la fuerza ni el trabajo político que se necesita para ganar adeptos. Y en otro caso Octavio Cardona, que ya no es de la U pero sigue ahí como precandidato, si bien tiene trabajo desde la base y votos populares, carece de la fuerza de partidos para lanzarse y su pasado le puede jugar en contra.
Entre tanto el yepismo parece estar dispuesto a respaldar al Centro Democrático para la Alcaldía con Adriana Gutiérrez, siempre y cuando esta colectividad lo apoye para la Gobernación con alguno de los dos nombres que tiene para ese cargo, primero José Fernando García y después Jorge Hernán Yepes. No hay que olvidar que este último, hermano del exsenador, fue el primero que se presentó como precandidato a la alcaldía de esta capital, pero una vez comenzó a sonar la exsenadora cambió su intención y pasó a ser precandidato pero para reemplazar a Julián Gutiérrez. Dicen los propios yepistas que ante esto García ya tiene perdido ese pulso.
La pelea fuerte está ahora entre el Partido de la U y el Sierrismo pues la primera con las pocas posibilidades que ve para la alcaldía busca candidato fuerte para la gobernación (se habla del diputado Henry Gutiérrez) y reclama el derecho a poner el candidato (ganó con Julián Gutiérrez) pues Luis Emilio Sierra siempre ha tenido el dominio a la alcaldía, y Sierra sin mucha capacidad de maniobra en lo local por el tema Adriana, por las bajas votaciones de Congreso y porque Rojas no le ayuda políticamente comienza a mirar posibilidades con el yepismo, presentar candidato propio o mirar otras alianzas.
Igual no se puede descartar que Centro Democrático tiene una carta fuerte (dicen ellos) para la Gobernación con Diana Lorena Gómez Zuluaga a quien poco se conoce, mientras Cambio Radical, sin demasiada fuerza electoral, ni siquiera con lo que le pueda aportar Arturo Yepes que parece el jefe de ese grupo en Caldas, dice que no ha tomado decisiones en materia de alianzas y candidaturas. Ahí está el enredo que se generó tras la proclama de Adriana. Y eso que esto apenas comienza.
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