El 5 de noviembre de 2011 será tristemente recordado en Caldas, pero especialmente entre los manizaleños, por el lamentable acontecimiento que enlutó a la ciudad y que se conocerá por siempre con la impronta de la tragedia de Cervantes. Ese sábado, por un desafortunado hecho que no se esperaba y que nadie promovió, un enorme deslizamiento de tierra, originado según los indicios técnicos por la ruptura de un tubo madre de conducción de agua, arrasó una treintena de casas y provocó la muerte de 48 personas, la mayoría de las cuales dormía plácidamente o apenas se alistaba para comenzar un día más de actividad.
Se trata de la mayor tragedia en la historia de esta ciudad que justamente hoy, 12 de octubre, cumple 165 años de vida administrativa, y que aunque se muestra bonita, orgullosa y progresista, en medio de un cúmulo de desafíos y necesidades, cargará siempre con este doloroso episodio, similar a otros tantos sucedidos en tiempos cercanos y lejanos en zonas vulnerables y de invasión y que mataron a muchas personas.
Son tres años que se van a conmemorar en escasos 23 días y como es natural, por lo aún reciente del hecho, el dolor y las heridas entre sobrevivientes y familiares de los desaparecidos siguen vigentes y a la espera de que por lo menos se haga algo de justicia con la reparación económica a la que tienen derecho pues si bien fue el tubo roto el que provocó la avalancha de tierra y lodo, hubo alguna omisión o demora humana para atender los llamados que advertían que allí algo había pasado por la filtración de agua y los extraños ruidos que escucharon habitantes del sector.
Quizás como nunca antes en la historia de la ciudad una tragedia de esta naturaleza, que aunque no tiene similar por el elevado número de muertes, había sido atendida con tanta celeridad. Hoy a las puertas del tercer aniversario por lo menos existe un preacuerdo entre la Alcaldía y Aguas de Manizales con las familias de la mayoría de las víctimas de la tragedia. Se habla de una suma de 20 mil millones de pesos de indemnización que pagaría el Municipio por 40 personas muertas, mientras se está a la espera de que al pacto se sumen los apoderados de los otros 8 fallecidos.
Y hay que destacar esto pues en los últimos dos meses se conocieron dos millonarios fallos por demandas contra el Municipio y Corpocaldas, uno de los cuales se dio 16 años después, el de la tragedia del barrio Villaluz, por el que deberán pagar 3 mil 70 millones de pesos debido a la muerte de siete personas, y otro, siete años después, por un deslizamiento en Solferino cuya indemnización para la familia de uno de los dos fallecidos suma 327 millones de pesos. Si entonces se hubiera conciliado el ahorro hubiese sido millonario y las familias habrían evitado la dolorosa y larga espera de unos procesos que parecían no tener fin.
Lo de Cervantes, si bien es un hecho luctuoso e injusto como los anteriores, tiene una connotación especial pues representa la más grande y dolorosa tragedia en la historia de esta capital, en una zona lejos de estar declarada como de riesgo inminente y que acabó con la tradición, calma y buen vivir de muchas familias sanas, de estrato medio-bajo que salieron adelante gracias a su lucha y trabajo y que en menos de 10 minutos vieron sepultados sus esfuerzos de décadas.
Ojalá las dificultades naturales que surgen en un proceso legal de conciliación que aún no termina y que solo tiene en la mesa un preacuerdo no vayan a echar por la borda lo alcanzado hasta ahora. El Alcalde, que no es el responsable de la tragedia, podrá pasar a la historia como una persona sensata que supo entender el drama que viven cerca de 170 familiares de quienes ya no están y que además le ahorró al Municipio (y a Aguas) un largo y multimillonario pleito que podría llegar pasados 10 o 15 años en las instancias normales a 50 mil o 60 mil millones de pesos, y las familias representadas por sus abogados tener un dinero rápido, que si bien nunca cubrirá el daño ni la pérdida de una vida, sí resarcirá una parte muy pequeña del daño y el dolor que cargan desde hace tres años. Sin sobrepasar los límites el Municipio tiene de donde echar mano, cosa que no les pasa a las víctimas de esta desafortunada tragedia. Ese sería un buen regalo de cumpleaños para Manizales.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015