La famosa ‘Muchacha de risa loca’ del talentoso canta-autor caldense José Macías, ‘El Caratejo’, cumple por estos días septembrinos 60 años de haber nacido para fortuna del pentagrama colombiano como producto de un episodio familiar que protagonizaron en su residencia, en Cali, su esposa y una de sus tres hijas.
La pequeña historia se la relató el propio bambuquero nacido el 12 de diciembre de 1912, en el corregimiento de Samaria, municipio de Filadelfia, a 48 kilómetros de Manizales, a su biógrafo y amigo Alejandro Valera, un exclérigo español que se aquerenció en el Valle del Cauca; se enamoró de una linda mujer de Yumbo; colgó la sotana y, tras la dispensa de sus superiores, contrajo matrimonio. 
Una mañana al llegar a su casa, después de haber estado cantando, José se encontró con que Celia y Ruth Mery estaban agarradas a una correa, jalando y forcejeando. La madre quería castigar a su hija por una pilatuna que había hecho y la niña no se dejaba. Y apuntó Macías: “cuando llegué y las vi en esas, Celia me pidió que le ayudara a castigar a Ruth, quien estaba riendo como loca frente a su madre, que con la risa de su hija se encolerizaba más. Yo me agarré también a reír y ahí se acabó el problema. Me encerré en mi habitación y compuse ese tema que me hizo tan conocido en el ámbito artístico”.
Antes de entrar en más detalles, transcribimos la letra de este bambuco que ganó el Festival Nacional de la Canción, en Villavicencio, en 1956, y fue galardonado en Sevilla, España, en 1959, por la Cadena SER, como la canción extranjera más vendida en la península ibérica. 
Muchacha de Risa Loca
(Letra y Música de José Macías) 
Yo quiero vidita mía/ cantarle a tus ojos bellos/ porque mi vida son ellos/ amor y melancolía/ Cantar quiero a tu hermosura/ muchacha de risa loca/ cantarle quiero a tu boca/ y a tu imponente figura. 
Tus ojazos me han herido/ tus labios me tienen preso/ y si con la miel de un beso/ he de ser correspondido/ mi vida pondré de hinojos/ tan solo para adorarte/ dulcemente acariciarte/ y besar tus labios rojos. 
En ‘La Canción Colombiana’, el opulento tratado del erudito caldense Jaime Rico Salazar, se revela que ‘El Caratejo’ Macías no quedó muy a gusto con la versión fonográfica de Lucho Ramírez por considerar que se le había “destrozado”. Sin embargo, ante la fuerte demanda que tuvo su “Muchacha”, le envió otros dos temas para que se los grabara: “Bonita” y “Tormento”. El historiador ansermeño aporta otro dato valioso: al ‘Caratejo’ lo premiaron con 60.000 pesetas.
El artista samario recibió en las fuentes bautismales, en Filadelfia, el nombre de José de Jesús Mazo Martínez, pero en una de sus primeras presentaciones, en un radioteatro caldense, el notable locutor y humorista aguadeño Mario Jaramillo Duque optó por cambiarle, al aire, el Mazo por el Macías porque le parecía más armonioso y menos rudo para su arte musical. Y así se quedó para siempre. 
De la “Muchacha” ahora sexagenaria son hermanas musicales canciones de gran factura como ’Bonita’, ‘Las Moras’, ‘Copito de Yerbabuena’, ‘Ojos miradme’, “’Alma y vida’ y 200 más. En su formidable alianza con el bardo pereirano Luis Carlos González aportó la música a los versos de dos soberbios bambucos: ‘La Ruana’ y ‘Mi Casta’. Grabó 16 discos de larga duración con sus duetos Ríos y Macías y Espinosa y Macías. Falleció por un aneurisma el 28 de septiembre de 2003 (a los 90 años) en Cali.
La apostilla: El expadre Valera adornó la portada del libro “Macías por siempre” con este hermoso verso de su biografiado: “La vida me dio una gracia/ para mis años caducos/ un nombre que se agiganta/ una guitarra que canta/ cien poemas, cien bambucos”.