El próximo presidente del Congreso Nacional podría ser Juan Manuel Galán Pachón, el principal heredero político del inmolado caudillo Luis Carlos Galán, que oficia como presidente de la Comisión Primera de Asuntos Constitucionales del Senado de la República, elección que dirimió a su favor, en exacerbado pugilato entre varios candidatos, el gobierno santista, gracias a una gestión del veterano congresista conservador costeño Roberto Gerlein Echevarría.

Manuel Enríquez Rosero, su principal contendor, fue obligado a hacerse a un lado frente a la derrota clientelista que le propinaron. El mayorazgo de la Casa Galán asumió la presidencia de dicha célula y Gerlein -para compensarle su labor de jefe de debate electoral, con buena mermelada y frescas tostadas- recibió la presidencia del Banco Agrario para su consentido ahijado, Álvaro Navas Patrón.

Como estamos en la temporada de los supuestos, si el delfín asume la presidencia del Senado el 20 de julio tendrá que posesionar el 7 de agosto al presidente Santos, en caso de ser reelegido, o en su defecto a quien los electores respalden en las urnas en la primera vuelta, el 25 de mayo, o en la segunda vuelta, si la hay, el 16 de junio.

El poder de la familia Galán Pachón se viene extendiendo en el país como la sombra cuando aparece el ocaso del astro rey. Vale destacar que la Nación ha venido cancelando con creces a este clan la indemnización sociopolítica por el magnicidio de Soacha.

Los orígenes del clan galanista son amplios. Primeramente se cuenta que Luis Carlos Galán tuvo un hijo en 1970, Luis Alfonso Galán Corredor, quien vivió algún tiempo bajo los hidalgos cielos manizaleños. Posteriormente contrajo matrimonio en 1971 con Gloria Pachón, con quien tuvo tres hijos: Juan Manuel (1972), es Senador por el Partido Liberal; Carlos Fernando (1974), periodista y concejal de Bogotá por Cambio Radical, -nuevo senador a partir del 20 de julio próximo, deseoso como su hermano mayor de ser presidente de la cámara alta-, y Claudio Mario (1977), analista político y actual Secretario de Cooperación Internacional de Cundinamarca. Ahora bien, Antonio -hermano del mártir de Soacha- fue concejal y candidato a la Alcaldía de Bogotá; Augusto, otro de sus hermanos, fue ministro de Salud y embajador ante la Unesco; su primo Alfonso Valdivieso fue Fiscal General de la Nación; su cuñada, Maruja Pachón, fue ministra de Educación; y el esposo de esta, Alberto Villamizar, fue senador por el Nuevo Liberalismo y Zar Antisecuestro. Otros familiares han tenido preeminencia para ocupar cargos públicos tanto en el departamento de Santander, en la Alcaldía de Bucaramanga e institutos descentralizados como en el buró nacional. La lista es extensa, tan larga que los detractores los llaman a sus espaldas los miembros del "Nuevo clientelismo".

En este análisis cabe resaltar la trascendencia que implica que dos hijos de Luis Carlos Galán sean portadores de sendas credenciales de senadores: Juan Manuel y Carlos Fernando. La familia Galán se ha impuesto la tarea de impulsar en el Congreso interesantes proyectos de ley como la reforma a la fiscalía General de la Nación. Algunos parlamentarios creen que quienes mandarán en la entidad investigadora en el próximo gobierno serán precisamente los hijos de Luis Carlos Galán Sarmiento, quienes podrían tener allí excesivas cuotas burocráticas.

En tal virtud, sería a través del ente investigador que la familia Galán Pachón tendría bajo su dominio pleno, que se harían ingentes esfuerzos para que se condene a más servidores públicos -entre ellos oficiales de alto rango en la Policía Nacional-, por la muerte de su progenitor y, por tanto que se compruebe, de una vez por todas, que hubo fallas del Estado colombiano en la vigilancia y acompañamiento en materia de seguridad al caudillo vilmente asesinado en Soacha; todo lo cual repercute en una millonaria indemnización en su beneficio.

La apostilla: Así las cosas, la familia Galán Pachón, poderosa políticamente y con enormes recursos recibidos en razón de la indemnización estatal, reclamará, en unos años, para uno de sus hijos, el solio de Bolívar. Es más, se continuarán difundiendo por la televisión y en el cine, producciones relacionadas con el asesinato del fundador del Nuevo Liberalismo, para mantener fresca la imagen de Luis Carlos Galán Sarmiento, en las nuevas generaciones, las mismas que se verán apremiadas a elegir a uno de sus herederos por el famoso "martirologio" que impulsa en las urnas, increíblemente, a los electores colombianos a lo largo y ancho del país. Amanecerá y veremos.