La suerte del café la hemos ido labrando para bien y para mal con las decisiones de política cafetera en los últimos años. En épocas de buenos precios hemos perdido la oportunidad de ahorrar y por ello la capacidad de las instituciones cafeteras de enfrentar los ciclos de depresión de las cotizaciones no es el mejor, dejando la tarea de sustentación al Presupuesto Nacional que en los últimos años se ha llamado PIC. Hay voces que piden que se vuelva a poner a funcionar el PIC.
Hoy, gracias al nivel de precios internacionales y de la devaluación del peso con respecto al dólar, el precio de la carga está por los lados de 700 mil pesos la carga, con lo cual algunos dicen a duras penas se logra pagar el nivel de costos. En dos oportunidades el Gobierno Santos aceptó, ante las presiones de Dignidad Cafetera, que los costos por carga son 700 mil pesos, no todos están de acuerdo con ello. Así, estamos en la cuerda floja, por ello, ya existen algunas voces que piden el regreso del PIC, del cual sobraron algunos dineros el año pasado. Pero es una tentación que no es muy recomendable en la actual situación, sería nuevamente una solución facilista, populista y no necesariamente sostenible en el futuro.
Hay que seguir apoyando la creación de bienes públicos y de competitividad de la caficultura antes que subsidios. En caso que se vea necesario ponerlo a marchar, pues este expediente es legítimo por el impacto social que tiene la caficultura en el país, recordemos que debe ser aplicado de manera diferente a como se ha hecho para que no genere dinámicas regresivas, es decir, que favorezca proporcionalmente a los grandes cultivadores frente a los pequeños. Los dineros del Estado deben servir para apoyar los sectores cuando lo necesitan, pero siempre generando procesos que ayuden a ganar en equidad.
Los resultados de la Comisión Cafetera, que tanta ira generó en el gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz, cayeron en el vacío. El Gobierno le ha faltado juicio en la adopción de muchas de ellas. Es muy complicado que la política cafetera quede al vaivén de pataletas y de paros. La política debe hacerse con seriedad y el insumo de la Comisión debe tenerse muy en cuenta para ello. Juan José Echavarría terminó como un paria para el sector cafetero, recluido en la academia y ello no es justo. Es fundamental que el Gobierno vuelva sobre el tema de las conclusiones de la Comisión. Hay que evaluarlas y tomar decisiones.
Un gobierno "cafetero" como el de Juan Manuel Santos no puede permitir una mayor degradación de las instituciones cafeteras. Hay voces autorizadas que señalan que la Federación se ha convertido en un botín del clientelismo privado y señalan que Luis Genaro Muñoz a fin de mantenerse en el cargo ha caído en ese tipo de prácticas tan reprobables. Una organización que sobrevive gracias a un fondo parafiscal donde todos sus agremiados contribuyen no puede terminar siendo un nido de politiquería privada. Ese sabor a pasilla y, desafortunadamente, hasta de mal olor, del cuartel general de la Federación en Bogotá debe terminar. Llegó la hora de poner en cintura a la Federación.
Uno de los ejes de la nueva política debe considerar una contribución cafetera variable que sea un porcentaje del precio externo y no un monto fijo como hoy. Una contribución entre 5 al 7% podría servir de elemento contra-cíclico muy importante el gremio. Sobre el cálculo del nivel de contribución hay muchas opiniones, esta parecería ser la más conservadora. De otra parte, nuevamente se recalca la conveniencia de darle debate a la idea de separar de la Federación la operación de compra y en general comercial, de la de sustentación. En su época algunos hablaron del riesgo moral que había en el actual estado de cosas.
Ahora viene una oportunidad muy especial con motivo de la renegociación del contrato de administración del Fondo Nacional del Café por la Federación Nacional de Cafeteros, que vence en el 2016. Será un gran momento para que el Gobierno y la Federación piensen en el largo plazo, o por lo menos en los próximos 10 años. Recordemos que este ejercicio de alianza público-privado es de los más antiguos del país y de América Latina. Hay que repensar el papel de los Comités Departamentales para darle una dinámica más regional al gremio cafetero.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015