El escándalo de la corrupción todos los días nos brinda un hecho nuevo. Y la pregunta que se hacen muchos educadores del país es “¿cómo hacemos para formar las nuevas generaciones?”. Esta realidad no la podemos dejar que se siga reproduciendo, debemos darle un cambio profundo.
La respuesta que se oye en todas las esquinas es la formación en valores. Pero ¿cómo hacerla? Son muchas los intervinientes pero se pueden establecer como principales: la familia, el colegio (la institución y los compañeros), el tono cívico en el entorno, y las opciones personales.
La crisis familiar tiene mucho que responder en este caso, pues el mayor escenario de formación de los niños y niñas es el testimonio que dan sus padres. Y en el seno familiar se ha perdido mucho terreno.
En segundo lugar está la intervención de los colegios. En efecto, los planteles educativos que deben apostar no solo por los discursos en valores, sino también a la práctica. Es decir, a la posibilidad de acción concreta frente a la cual se ubiquen los estudiantes. Aristóteles en la ética plantea que la virtud se aprende haciendo actos virtuosos. Por ello, es clave colocar a los jóvenes en situaciones que los sensibilice y los acostumbre a cierto tipo de comportamiento.
En tercer lugar, está la sociedad como tal. Y una sociedad donde existe la impunidad, una sociedad desordenada, donde las personas imponen sus intereses particulares sobre los comunes, no es un buen escenario para la formación ética de las nuevas generaciones. Como sociedad debemos caminar al fortalecimiento de la ciudadanía que impone responsabilidades y obligaciones muy importantes.
Finalmente, queda la opción personal. Cada uno de nosotros toma la decisión sobre cómo quiere posicionarse en el mundo. Y estas apuestas personales están ligadas a los valores religiosos y ciudadanos de cada uno. Aquí aparece la necesidad de fomentar la maduración de la conciencia personal.
No será fácil establecer un tono ético en el país de la noche a la mañana. En la cultura nacional se han permeado muchos antivalores que hoy para muchas personas son lo más natural. Si no logramos sensibilizar sobre el tema primero al país en general, difícilmente lograremos un cambio.