La ministra de Educación Gina Parody ha puesto en el centro de la agenda de la educación superior el tema de la calidad. Y lo ha puesto en distintos escenarios y con diversas estrategias. El lunes pasado, con motivo del lanzamiento de los nuevos criterios de la acreditación de alta calidad de los programas e instituciones universitarias, reforzó el mensaje: la acreditación de los programas y de las instituciones es imperiosa para que Colombia pueda cumplir con la meta que se ha trazado el país de ser el más educado de América Latina en el 2025.

La calidad educativa es de vital importancia para una ciudad universitaria como Manizales. Este tema debe convertirse en un indicador para hacerle seguimiento permanente a la evolución de las universidades en la capital caldense. Y el punto es que institucionalmente solamente la Universidad de Caldas y la sede Manizales de la Universidad Nacional (ésta en la modalidad multicampus) tienen la acreditación de alta calidad. En una época la Universidad de Manizales estuvo acreditada institucionalmente, pero por problemas de tipo jurídico no la pudo renovar. El gobierno está colocando como condición para poder participar en ciertos programas que la universidad se encuentre acreditada institucionalmente como de alta calidad. Por ejemplo, para poder ser elegible para las becas de reciente creación, se está requiriendo esta condición.

Las estadísticas sobre programas acreditados, al consultar la página web del Consejo Nacional de Acreditación, en Manizales aparecen 33 programas universitarios de pregrado con alta calidad: 10 de la Universidad de Caldas, 10 la Universidad Nacional sede Manizales, 7 de la Universidad Autónoma de Manizales y 6 de la Universidad de Manizales. Es una buena noticia, pero por ejemplo, la Universidad de Caldas tiene 24 programas de pregrado (según lo que muestra en su página web) lo que significa que tiene acreditados con alta calidad menos de la mitad. La universidad Nacional sede Manizales, tiene ya casi cumplida la tarea, pues tiene 10 programas acreditados de 11 que ofrece. La Autónoma de Manizales ofrece 15 y tiene acreditados de alta calidad solo 7, menos de la mitad. Por lo que hay un camino grande para recorrer aún.

Otra de las maneras de incentivar la calidad fue la política de inclusión educativa a través del programa de "ser pilo paga" en la cual se espera que estén estudiando unos 10 mil jóvenes, que siendo talentosos no podían llegar a la universidad especialmente por incapacidad de asumir los costos que ella implica. Estos muchachos subirán en muchas de universidades el promedio del perfil de entrada de sus estudiantes. Sin embargo, en Manizales solo podían elegir dos de las universidades.

Finalmente, el número de profesores de planta con título de doctorado parece ser el indicador clave para asegurar la calidad de las universidades. ¿Cómo estamos en este indicador?

Manizales, como ciudad universitaria ha hecho una tarea interesante, pero todavía tiene muchos pendientes.