Los grandes esfuerzos por la diversificación cafetera, que en una época promovió la Federación Nacional de Cafeteros fuertemente con el cultivo de distinto tipo de frutas, no tuvo el impacto deseado. El tiempo ha pasado, algunos “experimentos” dieron sus frutos, pero como estrategia de largo plazo y de gran impacto dejó mucho qué desear. Pues bien, importantes estudios han mostrado el potencial que tiene el país y el Eje Cafetero en este aspecto, que ha sido desaprovechado. Y la verdad es que no es fácil poderlo aprovechar a fondo. Sacar adelante proyectos agrícolas es muy complicado, entre otras por tres razones: los serios problemas de logística que son claves en la exportación de productos perecederos; la poca a nula investigación que se hace al respecto; y la falta de apoyo financiero y de asumir riesgos de los agricultores.
Tuve la oportunidad de conocer una experiencia exitosa del Ingenio Riopaila-Castilla, que ha creado una corporación agrícola con la finalidad de impulsar proyectos frutícolas de gran calado. Ya tienen uno en funcionamiento y con victorias tempranas, como dicen los estrategas, con números muy interesantes. Se trata de un emprendimiento con la piña. Cada uno de los obstáculos anotados fue enfrentado por esta agrícola con creatividad, inteligencia y entusiasmo. En efecto, Bengala, como se llama la marca de la piña, fue el producto de una larga y seria investigación de mercado a nivel mundial, que finalmente dio con esta variedad de piña. Los inconvenientes logísticos los han ido resolviendo, sabiendo que en Colombia este tema pasa no solamente por la infraestructura de transporte, sino especialmente por los trámites y trabas burocráticas y oficiales. Finalmente, la apuesta ha sido en grande, quieren convertir a Colombia como uno de los principales exportadores de piña en el mundo. Y más aún, están haciendo todo lo posible para convertirla en el principal exportador, desbancando a Costa Rica que tiene casi como la mitad del mercado mundial de exportación.
Ejemplos como el de Bengala, bien valdría la pena que fueran conocidos por grupos de empresarios del campo en el Eje Cafetero para unirse o para buscar otras frutas. La generación de empleo es bien interesante, además es empleo en el campo que se puede complementar con agroindustria con procesos ulteriores de generación de valor. En el caso de Bengala ya están instalando una planta de conservas, jugos, pulpas, no solamente se trata de la fruta fresca, sino también procesada.
Estos esfuerzos son sin lugar a dudas, lo que permitirá transformar el campo en el país, y permitir que tengamos no solo una paz estable y duradera, sino también mucho más equitativa. El Eje Cafetero tiene un gran potencial frutícola, qué bueno que se convierta en otro gran jugador mundial.