Apreciado Luis Alfonso:

He seguido con atención el proceso que se abrió en la Fiscalía por los escándalos con el hacker que trabajó para la campaña electoral del entonces candidato a la presidencia, Óscar Iván Zuluaga. Proceso en el cual se han iniciado a tomar decisiones que en el fondo implican que tanto tú, como el excandidato y su hijo deben dar explicaciones formales a las autoridades frente a la investigación que la Fiscalía lleva. Y es claro que la condición no es de acusados, pues no se trata de una citación a indagatoria, sino de un interrogatorio. En el caso tuyo es la ampliación de una diligencia ya iniciada el año pasado.

Es evidente que este caso está cruzado por intereses políticos que pueden distorsionar las investigaciones, y también, hay que aceptarlo, que puede haber personas interesadas en aprovechar la situación y generar un daño irreparable en la hoja de vida de ustedes. Pero no obstante ello, creo que lo mejor, para el país y la reputación de cada uno de ustedes, es que, armados de paciencia y de fe en la justicia, den la cara y expliquen sus conductas. Igualmente, hay que admitir que hay ya un cúmulo de "pruebas" que dan motivo para generar preguntas e inquietudes y que lo más conveniente es aclarar. Hay un hacker contratado, hay unos pagos ciertos realizados, hay una trazabilidad sobre acciones digitales realizadas. No es bueno para el país ni para ustedes que las preguntas e inquietudes se queden sin respuestas ni explicaciones. Por eso, he visto con gran sorpresa que has salido del país, como también lo han hecho otros personajes para evitar dar la cara directa a las autoridades judiciales.

Las garantías mínimas para tener un proceso transparente y justo, en el cual puedas, en uso del derecho de defensa, demostrar que has obrado correctamente y dentro de los cánones legales, son claramente necesarias. Es indiscutible que todo ciudadano deba tener derecho a ello. En tu caso, no obstante las injerencias políticas que hay y son evidentes, seguramente, con la presencia de un escrutinio de la opinión pública y la vigilancia de los mismos organismos de control, se podrían proteger y asegurar esas garantías mínimas a las cuales tienes derecho.

Sin embargo, no dar la cara te hace quedar en el mismo plano que la exdirectora del Das, prófuga de la justicia y del exministro de Agricultura que está en similar situación. Quienes hemos creído en tu capacidad de servicio público, en tu transparencia como funcionario público y como político honesto y serio, no queremos verte prófugo.

Te invitaría a que retornaras al país, y dieras las explicaciones del caso. Dar la cara a la Justicia sería una actitud de buen ciudadano. Y ten la seguridad que si se va a cometer un atropello contra el debido proceso, habrá una opinión pública atenta y unos órganos de control vigilantes.